Placer milenario, regalo de Venezuela
El aguardiente de Cocuy, mejor conocido como Cocuy Pecayero, es la bebida tradicional por excelencia en Venezuela; dueño de un aroma fuerte, cuerpo robusto y un sabor floral que lo distingue, entre otros, de destilados como nuestro tequila o del aguardiente colombiano.
Es una bebida que con sus 56º de alcohol debe tomarse con tranquilidad, con mesura; en Venezuela dicen que el primer trago te “regaña” o en el mejor de los casos, hace que se te suba la sangre a la cabeza y sudes copiosamente, pero esto sólo con el primer trago, porque el segundo se disfruta más. Tradicionalmente servido en vasos cortos de “caballito” para tomarse en shot, derecho, el aguardiente de Cocuy es altamente recomendado después de una comida abundante o pesada. Es de color transparente, pero como se combina con algunas frutas, su color cambia ligeramente; en la boca es de sabor fuerte, lo cual lo hace una excelente base para cocteles frutales y al no contener conservadores, mantiene sus características aún mezclado con cítricos. Entre las mezclas más solicitadas están las de tamarindo, limón, naranja, toronja y mora, pero cuidado: aunque al mezclarlo se suaviza al paladar, el alto contenido de azúcar de los cocteles lo hace muy traicionero.
Entre las cualidades del aguardiente de Cocuy están, según los expertos: el deleite que da al paladar al tomarlo y su cuerpo; no produce resaca, sólo despierta el apetito al siguiente día; no produce mal aliento, sino al contrario: deja un aroma y un sabor floral; siempre despierta el espíritu de seguir conviviendo, y el más anecdótico, sus innegables dones afrodisiacos.
El Agave cocui y su historia
El aguardiente de Cocuy toma su nombre de la planta que le da vida, el Agave cocui; esta planta muy parecida al Agave tequilana o agave azul de Jalisco (como dato curioso, tarda de 6 a 8 años en alcanzar su madurez y sólo florece una vez en su vida) y se encuentra en gran parte del territorio venezolano, mayormente en las zonas nororientales donde se utilizaba con fines medicinales, alimenticios y para producir fibras; algunos cronistas del siglo XVI indican que de no ser por este agave, les hubiera sido imposible subsistir en esas regiones, ya que aprendieron a comerlo como pan e incluso produjeron calzado con él.
Pero su explotación para la elaboración de licores a partir de la penca de cocui se centra en las tierras ocupadas por los Gayones, Ayamanes, Jirajaras y Achaguas desde hace más de 20,000 años y que actualmente conocemos como los estados de Lara y Falcón.
No ha sido fácil la vida de este aguardiente: se produjo en grandes cantidades hasta mediados del siglo pasado, cuando en los tiempos de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez se proclamó una ley que prohibía la destilación y comercialización de licores de alta graduación alcohólica, bajo el desgastado lema:
“Mejoramiento moral, intelectual y material de los habitantes del territorio patrio y transformación racional del medio físico, para lograr que Venezuela ocupe el rango que le corresponde por su situación geográfica, su extraordinaria riqueza y sus gloriosas tradiciones”.
A esto le sumamos que por tradición, el Agave cocui no se siembra, sino que se cosecha de forma silvestre, lo que ha afectado de gran manera las zonas donde se encuentra que en su mayoría son semiáridas, ya que esta planta es importante para el humidificación de la tierra y en consecuencia el desarrollo de otras especies endémicas de flora y fauna.
Producción del aguardiente de Cocuy y su Denominación de Origen
Hoy en día, hay dos regiones colindantes que producen este licor fuerte y recio: la de Pecaya en la sierra de San Luis, estado de Falcón, y Siquisique, estado de Lara. En 2005 entra en vigor la reforma de ley que permite la libre comercialización del aguardiente de Cocuy y al mismo tiempo, se otorgó al Cocuy Pecayero su Denominación de Origen, mientras que al de Siquisique le fue otorgada la condición de Patrimonio Cultural del estado de Lara y está en trámite su Denominación de Origen.
Esto vino a bien para la economía regional y nacional, ya que Venezuela ocupa el 5º lugar dentro de los países consumidores de bebidas alcohólicas a nivel mundial y es el número uno en Latinoamérica, lo que abre un gran mercado al interior y con su Denominación de Origen le permite competir internacionalmente con bebidas como el tequila mexicano y el whisky escocés.
Parte de este impulso incluye el rescate de recetas precolombinas con un toque actual como la llamada cabeza horneada, que se ofrece en pequeños trozos para chupar y extraer su jugo dulce; la pelona, que se sirve como pan o mezclada con leche de cabra; el jibe, que es una especie de palmito; el botón de la flor, que se curte en vinagre y tiene un sabor ácido que se acerca mucho al de los pepinillos, por mencionar algunas.
Un licor ancestral, artesanal y hasta medicinal
Este licor es elaborado mediante un proceso artesanal antiguo cuyos orígenes se pierden en el tiempo. Es una bebida de hombres fuertes y de la élite de personas que integran el medio cultural del pueblo venezolano.
Como toda buena bebida ancestral, las creencias populares le dan al aguardiente de Cocuy algunas propiedades medicinales, que aunque no están científicamente comprobadas, le brindan un plus para su consumo: una copita en la mañana y otra en la noche controlan la diabetes, el colesterol, la tensión arterial y los triglicéridos, además es rico en potasio, vitamina D y minerales. También tiene un uso tópico, para golpes, torceduras y dolores.
Cuando tengan en sus manos una botella de Cocuy Pecayero encontrarán esta leyenda, que se ha vuelto como parte de su presentación y expresa el sentir de los productores artesanales:
“El Cocouy Pecayero, es un licor que con esmero y tradición se obtiene de las plantas de Agave cocui, cuidadosamente seleccionadas de las praderas y montañas que circundan la población de Pecaya, donde prevalece el clima único regido por los secretos designios de la sierra de San Luis, del estado de Falcón”.
El Cocuy Pecayero es una bebida originaria cuya característica y calidad única es producto del medio geográfico y del trabajo del hombre que lo produce. Por ello ha sido objeto de la única Denominación de Origen para un licor artesanal elaborado en el país. Esto, sus cualidades medicinales, el sabor que lo caracteriza y por si fuera poco, la gran alegría de los venezolanos, hacen del aguardiente de Cocuy una excelente opción para la siguiente salida.
Comentarios
1 Respuesta a “Aguardiente de Cocuy”
Felicidades venezuela por esta bebida tan interesante