Cuando se comparte mesa con un conocedor del mundo del vino y un chef con experiencia internacional, la cena nunca puede salir mal.
Nos reunimos en una de las mesas del restaurante Cerro Viento con su chef y propietario, Mauricio Cavazos, y con el export manager de Los Haroldos, Sergio Perviú, con la intención de conocer un poco más de la familia Falasco, que desde hace ocho décadas ha puesto al vino argentino en lo más alto alrededor del mundo.
Sergio, ¿cómo definirías la identidad de Los Haroldos?
Los Haroldos es una vinícola dirigida por Jorge Falasco, integrante de la tercera generación de la familia Falasco. El nombre de la bodega viene de su padre y de su hermano, quienes compartían el nombre de Haroldo.
¿Hace cuánto que la familia se dedica al mundo del vino?
Los Falasco están en la industria del vino desde 1939. Comenzaron hace décadas, cuando en Argentina se consumían entre 80 y 82 litros per cápita, y en las grandes ciudades como Rosario, Buenos Aires y Córdoba había fraccionamientos. Los integrantes de la primera generación compraban vino en las regiones productoras y los llevaban a Chacabuco, en la provincia de Buenos Aires.
Cuando en 1982 llegó la democracia a la Argentina, los senadores de Mendoza promovieron una ley de envasado en origen, lo cual significaba que todo vino que se comercializaba en el país debía ser embotellado desde Mendoza. Fue aquí cuando don Lolo, padre de Jorge, se trasladó y compró una
bodega que producía vino de volumen; esto les permitió empezar a vender vinos envasados en origen en toda la nación.
Iniciaron con damajuanas (las vasijas de vidrio con boca estrecha y cuerpo ancho utilizadas para almacenar vinos de volumen), después incursionaron en las botellas, y con el tiempo compraron un terreno en donde fundaron la bodega Los Haroldos.

Los Haroldos Varietal Malbec Rosado – Chicharrón de jaiba de concha suave con aguacate y tortillas de harina de trigo.
¿Qué consideras que distingue a la bodega?
Ser familia, porque en Argentina ya no hay tantas familias bodegueras. En la década de los noventa ingresaron diversas multinacionales que compraron muchas de ellas y hoy en día somos pocos los que nos mantenemos así. Esta familia es una apasionada de la cultura del vino; son enólogos y comercializadores haciendo vinos de pasión, lo que la posiciona entre las diez principales bodegas del país y entre las cinco que más vino venden en Argentina.
A nivel nacional vendemos 1.6 millones de cajas mensuales con vinos de todos los segmentos, para todos los paladares y para todos los bolsillos. En la pasada vendimia nuestro objetivo fue alcanzar los cien millones de quintales (100 kg) de uva, lo que resulta en casi 90 millones de litros de vino.
¿Las nuevas generaciones ya están en la bodega?
Actualmente la cuarta generación ya está trabajando con nosotros. Franco, Florencia y Francesco están haciendo vinos de alta gama, que comercializamos con la marca Hermandad.

Los Haroldos Roble Malbec – Arroz verde a la poblana con elotes, aguacate, crema y queso.
¿Qué vinos de familia Falasco se pueden encontrar en México?
Acá se consiguen las líneas de Los Haroldos Roble, Los Haroldos Reserva y Los Haroldos Gran Corte. Cuando se salta a la línea de la familia, encontramos Hermandad Malbec, aunque próximamente estaremos lanzando Bressano, un corte de terruños de tres Malbec diferentes del Valle de Uco.
También estamos comercializando en México Los Haroldos Varietal, que es nuestra línea sin paso por barrica y que aprovecha la fortuna del Nuevo Mundo: tomar vino del año. Manejamos Torrontés, Malbec y Rosado de Malbec.
Qué significa México para la familia Falasco?
Es un desafío. Lo hablo con los importadores y los ejecutivos, todavía no alcanzamos las necesidades de venta por los litros que consume el mercado mexicano, pero tiene un potencial enorme. Sé que vamos a ser exitosos a largo plazo: estamos buscando ser líderes aquí como lo somos en China, Inglaterra y otros países de América Latina.

Los Haroldos Reserva Cabernet Sauvignon – Pollo con mole de la casa con arroz rojo.
Mauricio, como cocinero, ¿cuál crees que sea la clave para acercar la cultura del vino a México?
Yo creo que mostrar el potencial de maridaje de los vinos de todo el mundo con la comida mexicana, es la mejor forma de enseñarle a la gente que se puede beber vino con cualquier tipo de alimentos, no tiene por qué ser costoso ni cerrado para un grupo de personas. A final de cuentas, para los mexicanos la experiencia lo es todo, y una copa de vino puede elevar la experiencia de cualquier comida.
¿Y para ti, Sergio?
Yo creo que trabajar con los jóvenes, tanto restauranteros como bodegas, importadores y medios de comunicación; nos toca educar para acercar la cultura del vino a todos. Los destilados son buenísimos y aquí en México tienen tequila y mezcal, pero el vino tiene un poder de maridaje único que muchas veces los jóvenes suelen dejar a un lado para acompañar sus alimentos con otras bebidas. Cada uno tiene que tomar el vino que quiera, como quiera y con lo que quiera, ¡el miedo al vino ha sido el problema de México siempre!

Familia Falasco Hermandad Malbec – Costillas de cordero a las brasas con romero y jalea de menta.
¿Cuál es el vino favorito de sus bodegas?
Yo soy un consumidor de Los Haroldos Roble: Cabernet Sauvignon y Bonarda. Nací en la provincia del Malbec, disfruto mucho esta uva emblemática argentina, pero hoy disfruto vinos de estas otras variedades.
¿Podemos esperar alguna novedad para este 2020?
El portafolio de Hermandad se va a ampliar con nuestro blend, el Chardonnay, el Cabernet Franc y el Petit Verdot, que estarán llegando a lo largo del año a México.
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