La perfección y excelencia son el sello que caracteriza a los vinos de Bodegas Habla. Con la fuerte convicción de producir sólo lo mejor y de crear un vino sin defectos, en el año 2000, el pueblo de Trujillo en Extremadura, España vio nacer esta bodega.
Su terreno privilegiado, favorecido por un microclima y un suelo con piedra pizzarra, es el punto ideal para crear los caldos que resaltan sobre cualquiera de la región.
El perfil único de Bodegas Habla es el resultado de la asesoría del prestigiado enólogo francés Florent Dumeau que se suma al empleo de la tecnología más avanzada. En cuanto a las vides, han sido plantadas de acuerdo con estudios meteorológicos satelitales y subterráneos de modo que tienen un nivel muy alto de adaptabilidad. Además, las plagas son tratadas por medio de tecnología de redes y hormonas, por lo que el uso de pesticidas y herbicidas es nulo.
La bodega toma su nombre de una historia que expresa el espíritu de perfección que se busca en el arte, al igual que en el vino, partiendo de que el vino es el único arte que se bebe. De acuerdo con la leyenda, Miguel Ángel consideraba a su Moisés una creación perfecta, por lo que al terminarlo, lo golpeó con un mazo y le dijo “¡HABLA!”, ya que era lo único que le faltaba por hacer.
Igual que el arte, la naturaleza produce obras únicas. Por eso, cada Habla se elabora en ediciones limitadas, cada una con su propio número, y el próximo año se hará otra vez algo nuevo, la bodega creará algo único e irrepetible. Así, la añada es el reflejo de la tierra, del viento y de la lluvia que la formó.
Sin duda, el cuidado y la atención a los detalles se materializa en la botella, un recipiente de vidrio que guarda en su interior un líquido de alto valor que bien vale la pena descorchar en ocasiones muy especiales y sentarse a disfrutar.
Entre los vinos de Bodegas Habla que puedes encontrar, están:
Habla de Ti
Habla de la Tierra
Habla del Silencio
Habla no. 11, 12, 13 y 14
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