Ricardo Miñón Reyes
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De Brasil para el mundo
Bebida refrescante, dulce, jocosa y alegre, a través del tiempo y las regiones ha variado ligeramente; sin embargo, siempre tendrá la misma esencia: Brasil.
Sus orígenes
La coctelería da comienzo con cuatro ingredientes principales, que sin importar la época (antigua, contemporánea o moderna) no han variado, sin siquiera importar el país, cultura o religión, dichos componentes son: agua, alcohol, azúcar y limón, muy queridos o adoptados por los marineros que de forma ingeniosa rezaban un verso para no olvidarlos: “una parte ácida, dos dulces, tres fuertes, cuatro suaves”, mismos que conforman la Caipirinha.
La historia de la caipirinha la encontramos en su principal ingrediente, que es la “cachaza” o cachaça, en donde en orígenes remotos era apenas la espuma de un fogón que servía de purificador de la caña de azúcar a fuego lento. Este destilado o purificador se utilizaba en las fiestas y rituales mezclándose con el aguardiente local a base de azúcar o conocido como la cachaça. Ésta también se mezclaba con jugo de frutas, siendo la más conocida la “batida de limao”, que es el antecedente de la caipirinha. El nombre de caipirinha proviene de una mezcla de caipira y de curupirinha. La caipira se utilizaba para referirse a los campesinos que antiguamente habitaban los bosques; pero a su vez está relacionado con el nombre Curupira, un demonio místico que vivía en los bosques y cuyo diminutivo es curupirinha. De esta mezcla de nombres nace el nombre de dicha bebida o coctel.
El gran trago
En una calurosa noche otoñal o un atardecer en Copacabana, sentados a la barra y escuchando una melodía como “La chica de Ipanema”, en la voz de Astrud Gilberto y Stan Getz, la bebida perfecta es la caipirinha; quizá esto no sea posible, pero sólo basta aspirar profundamente cuando machacan la cáscara de lima y volar a ese lugar mágico, o disfrutar simplemente de este coctel en un lugar nocturno, mientras se observa la gente desde una terraza, o sólo ver pasar la vida al paladear esta gran bebida.
Es fácil y sencilla de preparar: tan sólo se necesita lima cortada en trozos o en su defecto, limón (la cantidad depende del tamaño del vaso y lo recomendado es que llegue casi a la mitad del mismo), 60 ml o una onza de cachaça (aguardiente), azúcar, hielo picado o en cubitos. Una vez que hemos reunido todos estos ingredientes, se prepara en un vaso de boca ancha, se agregan dos cucharadas de azúcar (según el tamaño del vaso); posteriormente se aplasta dentro la lima con un mortero (suavemente para no romper el vaso), para así extraer su jugo que va a mezclarse con el azúcar. Después se añade hielo encima de la lima (o limón), se agrega la cachaça, se coloca una pajita dentro del vaso, a un costado, para así poder saborear este delicioso trago.
Siempre se le puede dar un toque gourmet para satisfacer a los invitados más exigentes al añadir pajillas de acero inoxidable o de vidrio, adornar el vaso con la cáscara de la lima, o con una pequeña estrella de carambolo.
La tropicalización
La adaptación caribeña de la caipirinha se denomina caipirissima y su ingrediente principal es el ron; dicha adaptación o tropicalización se realizó principalmente por dos factores: el primero antes de que el mundo se globalizara, ya que era un tanto difícil conseguir cachaça, y el otro es que dicho ingrediente algunas veces es muy fuerte para algunos paladares y el ron es un destilado que es fácil de encontrar. Sin duda, es una de las bebidas con presencia en todos los países del mundo; este coctel, preparado con ron, puede pedirse en la mayoría de los bares, centros nocturnos y restaurantes de México y otras partes del mundo. Su elaboración es práctica, ya que tan sólo se necesitan 2 medidas de ron, una lima, tres cucharaditas de azúcar superfina blanca, o si se desea probar algo difrente, se agrega azúcar morena, que le da un twist excelente al coctel; debe añadirse un poco de hielo picado. Para su elaboración se recomienda cortar la lima en dieciséis y se cortan las tapas, así tendremos una base firme de apoyo; se corta la lima en gajos pequeños para colocarlos dentro del vaso, a continuación se añade azúcar (o en su defecto jarabe natural como endulzante) y se machaca con un mortero o similar para exprimir el jugo de la lima. Se añade el hielo picado y por último se complementa con ron, se mezcla y la bebida está lista. Igual que la caipirinha tradicional, se colocan pajillas, popotes o cañitas de vidrio, acero o plástico y una estrellita de carambolo para adornar.
Se le denomina capiroska cuando se cambia la cachaça por vodka. En otras variantes se añade granadina para que tenga sabor a fresa, o para lograr el caipirisco, se sustituye la cachaça por el pisco (Perú).
El ritual
Disfruten de su caipirinha tomándola a través del popote: se debe tomar el líquido de la parte inferior del vaso, justo donde está todo el jugo de la lima y el azúcar, el cual se mezcla poco a poco con la cachaça. No debe beberse sin pajita, no es recomendable, ya que si se bebe como un trago normal, toda la cachaza se encontrará en la parte superior del vaso, el cual tiene todo el sabor que la caracteriza.
La caipirinha es la bebida popular, un símbolo que se ha pasado generación tras generación en Brasil, algo que no te puedes perder cuando visites este emblemático lugar; no por nada es un orgullo nacional, tanto así que incluso el ex presidente brasileño Lula da Silva nombró a la caipirinha como “la bebida típica oficial del Brasil”.
Los invito a tomarse un rato libre, ir con los amigos a un bar y pedir una deliciosa caipirinha o mejor aún, prepararla en casa: es fácil de hacer y es increíblemente deliciosa. ¡Salud!
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