Cipriani Masaryk, el clásico italiano en México

Estilo: Auténtica cocina italiana de la más alta calidad.

Lu-Sab: 13:00 a  24:00 hrs.

Dom: 11:00 a 19:00 hrs.

Precios: $1200 – $1400

Ubicación: Presidente Masaryk 311, Col. Polanco, Ciudad de México

Teléfono: 8526-1595

Sitio Web: cipriani.com

Twitter: @CiprianiMexico

Facebook: Cipriani México

Cipriani llegó a México para establecerse en una de las avenidas más importantes de la capital del país. Y en menos de un año, es ya uno de los restaurantes más exclusivos y visitados de Polanco.

El surgimiento de un clásico

Creado en Venecia por Giuseppe Cipriani, Harry’s Bar fue el primero de muchos restaurantes que, bajo distintos nombres, él y su familia fundaron en las ciudades más importantes del mundo.

Bajo el lema “servir es un acto de amor”, la simplicidad, el gran cuidado de los detalles y el trabajo incesante de cuatro generaciones, son los estandartes con los que Cipriani sigue cosechando éxitos desde su apertura en 1931, y que además lo han posicionado como referente del buen servicio y la gastronomía italiana a nivel mundial.

Cocina italiana con historia propia

Además de los clásicos italianos, Cipriani ofrece platos que tuvieron origen en este restaurante varias décadas atrás, como el famoso carpaccio de res, creado por su fundador para una clienta que cumplía una dieta muy especial; o el bellini, un coctel a base de prosecco y puré de melocotón que se convirtió en el favorito de grandes personajes como Orson Welles y Ernest Hemingway.

Cipriani Masaryk comparte carta con el resto de los restaurantes alrededor del mundo, por lo que los comensales pueden saborear los mismos platos desde México o Miami hasta Dubái, sintiéndose como en casa en cualquier ciudad. 

Un lugar exclusivo y distinguido

Con un diseño interior elegante y sobrio, inspirado en un lujoso barco de madera de tonos azules, este restaurante es favorito de empresarios y políticos. Es ideal para reuniones de trabajo y una excelente opción para ocasiones especiales, siempre tomando en cuenta que es casi imposible encontrar mesa disponible sin previa reservación.

 Fotos: Edgar Xolot