Gibrana Pluma Ochoa
Sommelier
¿Te ha sucedido en alguna ocasión que te toca o te ofreces a llevar el vino a la reunión y justo cuando te dispones a llevar a cabo la tarea, te encuentras parado en el área de vinos pensando qué botella escoger?
Hasta hace algunos años, el mundo del vino era enigmático y de acceso complicado, actualmente no es necesario ser todo un experto en el tema para apreciar esa deliciosa bebida llamada “vino”, pues cada vez hay más información al respecto. En las tiendas especializadas nos brindan una mejor asesoría y nos sentimos más orientados y es común encontrar eventos que permiten el fácil acceso al mundo del vino.
Pero, ¿qué sucede cuando debemos seleccionar sólo una botella de los innumerables estantes? Esta se ha vuelto una de las tareas más complicadas gracias a la creciente oferta de etiquetas provenientes de todas partes del mundo.
Hay cuatro aspectos importantes que debes tomar en cuenta antes de enfrentarte al monstruo de las mil etiquetas, y son:
- Presupuesto: Comprar una botella de vino no tiene por qué ser un asalto a tu cartera, gracias a la creciente oferta de vinos en el mercado, podrás encontrar siempre una buena opción que se ajuste a tu presupuesto, recuerda que no siempre lo más caro será la mejor opción.
- Tipo de vino: Generalmente cuando vamos a comprar ya se tiene una idea del tipo, llámese espumoso, blanco, rosado, tinto o dulce. Puedes decidirlo con base en el gusto de las personas con las que lo compartirás o por el platillo que acompañará.
- Ocasión: Ya sea para regalar, comer, como aperitivo, brindis o simplemente para disfrutarlo solo o acompañado.
- Maridaje: Si el vino acompañará alimentos, se debe tomar en cuenta que no sólo los vinos blancos acompañan carne blanca y los tintos carne roja, un punto a considerar en este aspecto es la intensidad tanto del platillo como del vino, ambos deben acompañarse y ninguno deberá predominar.
Además de los cuatro aspectos anteriores, podemos apoyarnos en dos grandes aliadas: etiqueta y contra etiqueta, ellas nos contarán todo lo que debemos saber de la botella de vino que las porta:
- Nombre del vino: los vinos en su mayoría, si son de una sola variedad de uva, llevan el nombre de ésta y, por lo general, los que son elaborados con un ensamble de uvas tienen un nombre específico, esto puede ayudarnos a encontrar el vino que sabemos que nos gusta.
- Bodega: la casa productora generalmente aparece dentro de la etiqueta, como en el caso anterior, si tienes una bodega de tu preferencia, puedes delimitar tu búsqueda de vino con base en su gama de productos.
- País de origen: muchas personas prefieren los vinos de ciertos países y de esta forma es muy fácil encontrarlos, ya que casi todas las tiendas acomodan los vinos por país.
- Tipo de vino: en la etiqueta siempre debe mencionar si se trata de un vino espumoso, blanco, rosado, tinto o dulce
- Añada: esta es una información muy importante ya que nos habla de la fecha de nacimiento del vino, los vinos sin añada son para tomarse de inmediato (algunos blancos, rosados y espumosos). Los blancos jóvenes, igual que los rosados, deben tomarse máximo 2 años después del año mencionado en la etiqueta; los blancos con barrica y los tintos jóvenes, hasta 3 o 4 años; los tintos crianza, hasta 4 o 5 años; tinto reserva, entre 8 y 10 años, y un vino gran reserva tolera una guarda de 15 años en adelante, cabe mencionar que son tiempos máximos de consumo para que el producto siga en excelentes condiciones.
- Volumen: la cantidad de vino en la botella siempre debe aparecer, la presentación más común es de 750 ml, aunque también las hay de menor y mayor cantidad.
- Graduación alcohólica: todas las botellas deben hacer mención de la cantidad de alcohol que contiene el producto. Un alto grado alcohólico apunta a que ese vino fue elaborado en un clima cálido y, por ende, debido a que las uvas maduran mejor, se va a tener un vino más intenso y viceversa.
- Variedad de uva: la mayoría de los vinos hacen mención de la variedad, aunque se debe tomar en cuenta que no todos lo hacen. Conocer la variedad de uva con la que se ha elaborado el vino puede ser de mucha utilidad, ya que si conoces las características de las uvas o la mezcla puedes saber de qué tipo de vino se trata, si no eres un experto en las características, por lo menos puedes tener ubicado el tipo de uvas o mezcla de tu preferencia y con base en ello tomar una decisión.
- Notas de cata: en algunas botellas en la contra etiqueta aparece una breve descripción del vino de sus aromas, sabores y posibles maridajes, esto nos dará una idea de lo que enfrentaremos cuando descorchemos la botella.
Características generales de los tipos de vino
Blancos jóvenes y rosados
Estos vinos son muy frescos, tienen aromas frutales y florales, una de sus características principales es su elevada acidez, misma que los ayuda a ser excelentes aperitivos, además de utilizarlos para acompañar platillos de sabores ligeros, en su mayoría son secos o semidulces, cuentan con un ligero grado de dulzor muy agradable, sin ser empalagosos.
Blancos con barrica
Estos vinos son más complejos, conservan la frutalidad en sus aromas y se complementan con notas de mantequilla, pan tostado, levadura, etcétera, tienen buena acidez y se perciben untuosos (algo como una capa muy ligera que recubre agradablemente la boca). Los aromas y texturas se deben al ligero paso por barrica, el color de este tipo de vinos es más intenso que los jóvenes y tiene destellos dorados.
Vinos tintos
En aromas podrán encontrarse frutos rojos y negros, dependiendo de su estancia en barrica. Entre mayor tiempo de guarda pasen estos vinos, predominarán los aromas a especias, notas animales, maderas, tierra mojada, etcétera; cuanto más jóvenes sean, tendrán mayor acidez, astringencia y sus tonalidades se inclinaran hacia los violáceos, conforme pase el tiempo, serán más amables en boca y sus tonalidades se tornarán rojizas.
Espumosos
Son vinos de elevada acidez, sus aromas van desde los frutales hasta los tostados; los hay de diferentes métodos de elaboración, el tradicional es el champenoise, (mediante el cual se elabora el champagne), en caso de haber sido elaborado bajo ese proceso, se indicará en la etiqueta. Un aspecto importante para seleccionarlo es el grado de dulzor, considerando que Brut Nature es totalmente seco y Doux o Dulce es lo más dulce.
Dulces
Tienen buena acidez y nivel de azúcar elevado, generalmente utilizados para beberlos con el postre o como postre, dependiendo del gusto de las personas.
Esperando que esta sencilla guía te funcione a modo de brújula en este mar de etiquetas deseo que tu elección sea compartida con una excelente compañía y mi recomendación final, debido a que hay mucho que probar: hay que poner manos a las copas.
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