“Los vinos de mi país tienen que estar aquí, México debe conocerlos…”- a lo que respondí –“hagámoslo!”- noviembre de 2014…
Con esas palabras nacidas de la profunda y absoluta confianza entre personas, culturas y países, inició esta gran aventura que hoy ya es una realidad. Así, con cada día que pasa, los Vinos Divinos de Croacia llegan a cada vez más personas que tienen la oportunidad de conocer vinos diferentes con una personalidad propia, en los que la frutalidad, frescura, suavidad, equilibrio, balance y elegancia siempre están presentes invadiéndonos de armonía, satisfacción y placer.
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Lo que Croacia promete en la nariz, lo cumple en la boca, y satisface y envuelve todos los sentidos de quienes han tenido la oportunidad de disfrutar sus vinos.
Así, desde enero de 2015 y con temperaturas de -20° empezamos a visitar y conocer algunas bodegas en el aquel país, hecho que continua cada año. Visitar viñedos, conocer de las variedades y técnicas de vinificación; la maestría en el uso tanto del tanque de acero, como la moderación en las barricas y toneles elaboradas de roble de Slavonjia, también ver el trabajo manual en el viñedo.
Constatamos que cada vino nos llevaba por un viaje hacia el corazón de este pequeño país donde el vino es historia viva. Conocimos las variedades más importantes, platicamos con propietarios, enólogos, viticultores y autoridades…
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Para agosto de 2016 y con un grupo de croatas en México iniciamos la introducción de los vinos divinos ante medios especializados de comunicación, líderes de opinión y destacados sommeliers quienes afirmaron: “no tenemos descriptores para esto que estamos probando”. Maravillados ante lo que sus sentidos estaban percibiendo y no sólo eso, con la armonización que el vino ofrecía con cada platillo que se presentaba.
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Así iniciamos la difusión de maridar los vinos de Croacia con la cocina mexicana del día a día, con vinos como Dika Zweigelt que pueden acompañar platillos tan sencillos pero deliciosos como lo chilaquiles verdes o las enchiladas, Raijski Rizling para los esquites o la deliciosa barbacoa y Dika Rose para los inigualables tacos al pastor, la cochinita pibil o los tamales envueltos en hoja de plátano. El delicioso y supremo Korlat Rose para los chiles en nogada, y por supuesto cualquiera de nuestros grandes tintos para cortes de carne entre los que destacan Frankovka O, Dingač 50°, Ivan Dolac o Miraz Frankovka.
Los blancos no podían quedarse atrás cuando el delicioso y elegante Silvanac Zeleni acompaña maravillosas ensaladas de nopales y hasta quesadillas con epazote, y Graševina O se convierte en oro puro cuando acompaña longaniza.
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Incansablemente renovamos la vida a través del vino confirmando la asombrosa experiencia de maridar estos vinos nacidos en el centro de Europa con la comida mexicana. Cada sorbo de este elixir nos presenta un corazón que late intenso, con fuerza, lleno de vida: el corazón de Croacia y más aún al lado del corazón de México.
Vinos, llenos de leyendas e historias, alegrías y tristezas, y recientemente la guerra de Independencia (1991-1995) de Croacia ante Yugoslavia, país comunista del que formaba parte y la más grande razón por la que sus vinos nos eran desconocidos hasta ahora.
Hoy, Vita de Vie continúa expandiendo con gran éxito el mayor reto: presentar un país prácticamente desconocido para México tanto en lo político, geográfico y sobretodo, en el vino. Con 16 etiquetas que incluyen vinos tintos, blancos, rosados y espumosos elaborados a partir de variedades autóctonas, cuatro regiones vinícolas y todos los climas necesarios para la producción de vino incluso los famosos pero poco comunes vinos de hielo. Hoy hemos creado una boutique del vino donde la uva es la estrella que se alza en el firmamento de los grandes tesoros que confirman: Croacia el secreto europeo mejor guardado.
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