Una ciudad italiana que trasciende a nivel internacional por ser sede de glamorosos encuentros entre diseñadores de ropa como la Semana de la Moda o el Milán Prêt à Porter. Además, existen muchos otros secretos por descubrir en este lugar de arte gótico.
Milán es el destino perfecto para adquirir lo más in de la industria del vestir, zapatos, bolsas, relojes, lentes, joyas y otros artículos de lujo; por algo es llamada “la ciudad de la moda”. Pero el shopping es sólo una faceta de este romántico e imponente lugar, donde no te puedes perder sus construcciones, parques naturales, museos, castillos, plazas medievales y obras de arte que combinan sofisticada modernidad con historia.
El gótico en su máxima expresión: Il Duomo de Milán y sus alrededores
Se trata de la catedral gótica, emblema por excelencia de la ciudad. La construcción religiosa de imponente dimensión ofrece a la vista el minucioso trabajo de arquitectura, tallado sobre la piedra y el arte sacro que en su interior resguarda. La construcción de esta magestuosa iglesia se remonta al año 1386. Para las personas que católicas cobra más relevancia, ya que se tiene bajo resguardo un clavo que se cree perteneció a la cruz donde fue crucificado Jesucristo y cada septiembre, el arzobispo en turno, ofrece a los feligreses la oportunidad de admirarlo.
Cerca de esta catedral gótica, podemos visitar otros puntos que exaltan la belleza con la que fueron erigidas. Por ejemplo, la Galería Vittorio Emmanuelle II que se inauguró en 1878 y fue construida para enlazar o comunicar dos plazas importantes de la ciudad: la Piazza del Duomo con la Piazza della Scalla. En el piso de este monumento los visitantes podrán apreciar los emblemas de las principales ciudades italianas: el Toro de Turín, la Loba de Roma, el Lirio de Florencia y la Cruz Roja de Milán.
La ciudad de la ópera
Milán, a lo largo de su historia, ha sido sede de grandes acontecimientos artísticos, entre ellos, estrenos de piezas operísticas que quedaron registrados en la memoria mundial y su Teatro alla Scalla es un sitio que no podrás dejar de visitar. En el recinto se estrenaron obras como “Otello” y “Nabucco”, de Verdi, o “Madame Butterfly”, de Giacomo Puccini. A lo largo del tiempo, el inmueble ha sufrido episodios díficiles ya que un incendio destruyó el antiguo teatro Ducale en 1776, entonces el archiduque Fernando de Austria ordenó la construcción de uno nuevo.
El teatro fue construido en el lugar en el que se encontraba la iglesia de Santa María alla Scala, que daría nombre al nuevo teatro de la ciudad. En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos dañaron gravemente el teatro, que tres años después sería reconstruido. En el año 2002 el teatro volvió a cerrar sus puertas para su renovación y en 2004 fue reinaugurado con la primera obra que se representó en 1778, “L’Europa Riconosciuta”, de Salieri.
Museos dentro de un castillo
Se tratan de siete diferentes museos que se ubican dentro de un castillo medieval en la ciudad de Milán. La sede de todos ellos es el Castillo Sforzesco, que se construyó en 1365 como fortaleza y tiempo después se transformó en palacio ducal. Los museos que puedes recorrer por todo este gran castillo son el de arte antiguo, la pinacoteca, el egipcio, el de prehistoria, el de artes decorativas, el de instrumentos musicales y el del mueble.
La plaza más pintoresca de Milán
Se trata de Piazza Mercanti. En la época medieval era el centro mercantil y de gobierno de Milán, y se compone por cinco grandes edificaciones, cada una con una personalidad arquitectónica distinta y única a la vez: el Palazzo della Ragione es un edifico de ladrillos rojos en el que se albergaban los antiguos tribunales de justicia de la ciudad; Loggia degli Osii es el edificio que podrás identificarlo por su decoración sui géneris con estatuas y escudos de armas, y donde se encontraban las oficinas de jueces y notarios que atendían aspectos de índole público como bodas, edictos o sentencias.
Por su parte, el Palazzo delle Scuole Palatine era el centro educativo más prestigioso de la ciudad y sus alumnos pertenecían a la clase más selecta, la Casa dei Panigarola es una edificiación de estilo gótico donde se transcribían los decretos ducales, aunque en la actualidad alberga un famoso restaurante de la ciudad, y por último podemos mencionar el Palazzo dei Giureconsulti, sede de la Cámara de Comercio, cuyo reloj de la torre fue el encargado de indicar el horario comercial de la ciudad durante muchos años.
“La última cena”
Considerada una de las piezas clave de la obra del artista Leonardo da Vinci, es sin duda uno de los puntos neurálgicos de atracción de Milán; esta pintura la puedes apreciar en la iglesia de Santa Maria delle Grazie, un templo que se construyó en 1463 por mandato del duque Francisco Sforza como parte de un convento dominicano. Para poder ver la obra es necesario reservar las entradas con bastante antelación. Las visitas se realizan en pequeños grupos que entran cada quince minutos, por lo que no se forman grandes aglomeraciones y resulta cómoda de ver. Las fotografías no están permitidas en el recinto.
De la moda lo que te acomoda
Como bien lo mencionamos al inicio de este recorrido, Milán es una de las cinco ciudades en todo el mundo donde la creación en alta costura la identifica; podrás recorrer las boutiques de grandes firmas de diseñador las cuales podrás encontrar sobre la Via Montenapoleone y la Via della Spiga. Entre estas avenidas hay diversas calles que componen el famoso cuadrilátero de la moda donde también se ubican otras tiendas.
Cabe mencionar que no podrás encontrar un lugar de ofertas, porque las tendencias actuales y lo más chic te esperan en los escaparates de la moda de Milán. Las principales calles de este famoso cuadrilátero son: Corso Vittorio Emanuele II, Corso di Porta Ticinese, Via Torino y Corso Buenos Aires.
Milán hoy y siempre
Es así como terminamos este breve recorrido por una de las ciudades más bellas del Viejo Continente. Milán, podemos decir, es un sitio donde convergen diversos paisajes: arquitectónicos, de flora y fauna, de diversidad de gente, así como un acercamiento a la historia a través de sus museos, teatros, iglesias y demás recintos religiosos, así como otros monumentos y plazas.
Milán es sinónimo de glamour y el buen vestir, es sede de grandes encuentros de alta costura, diseño y arquitectura, además es una ciudad que conjuga expresiones históricas, artísticas, religiosas, culinarias. Por todo ello, nunca pasará de moda y siempre ofrecerá espacios nuevos invadidos por la estética y el buen gusto.
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