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Denominaciones de Origen de Sudáfrica

Sudáfrica se encuentra situada en el extremo meridional del continente africano, donde el vino ha sido una parte importante de la historia y la cultura del país durante más de tres siglos. Este mal conocido viñedo ofrece una rica historia y una realidad vibrante y dinámica. Pongamos además en la cuba de fermentación sus paisajes extravagantes llenos de belleza, una cocina superlativa y añadamos gente hospitalaria y divertida y el resultado no podrá ser mejor: Sudáfrica es uno de los más antiguos, enigmáticos e interesantes productores de lo que se ha dado en llamar el Nuevo Mundo vitivinícola.

 El comienzo de la historia

Sin embargo, los avatares sociales y políticos acontecidos en este singular país han conformado una realidad empeñada muchas veces en dificultar el afianzamiento de una industria que desde su comienzo, en tiempos de los Van der Stel en el siglo XVII, ha tenido sus días de luz y de sombra.

Simon Van der Stel llegó a Sudáfrica en 1679, enviado por la Compañía de las Indias Holandesas a lo que era, por aquel entonces, poco más que un puesto comercial fortificado. Su misión consistía en organizar un puesto estable de intercambio con los nativos para abastecer en lo posible a los barcos de la Compañía de alimentos frescos y agua. Simon, hombre educado y ambicioso, advirtió pronto las posibilidades de la zona y promovió el desarrollo de los campos de cultivo en la región de El Cabo saltándose las directrices recibidas por la Compañía. Simon Van der Stel era un gran aficionado al vino y resolvió crear un viñedo que sirviera de ejemplo a seguir para sus conciudadanos. Con la excusa de producir vino para su propio consumo y el de los sedientos marineros de los barcos que recalaban en el pequeño puerto de Capetown, fue creando lo que con el tiempo sería uno de los viñedos míticos en la historia mundial del vino, el Groot Constantia.
La falta de agricultores holandeses con experiencia en el cultivo de viñedos daba como resultado que los planes de Van der Stel progresaran muy lentamente. ¿Dónde podría encontrar expertos viticultores que quisieran instalarse en África? La suerte salió a su encuentro, ya que la revocación del edicto de Nantes por Luis XIV marcó la expulsión de los hugonotes franceses y su instalación en Holanda, con lo que Van der Stel resolvió el tema. Simon Van der Stel acabó convenciendo a la Compañía de proporcionar pasajes para El Cabo a 200 hugonotes con la condición de que éstos tuvieran experiencia en el cultivo de la vid. Los nuevos colonos recibieron una zona de terreno no muy alejada de Capetown, la cual parecía apropiada para el cultivo de la vid pero que desgraciadamente presentaba un “pequeño” inconveniente: se trataba de una zona de cría de elefantes llamada Oliphantshoek, el rincón de los elefantes.

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A pesar de todo, aquellos intrépidos franceses debieron encontrar el sistema para acabar con la “plaga”, ya que en la actualidad esa zona es conocida como Franschoek, el rincón de los franceses.

Más complicado para los intereses de los viticultores, resultó el dominio británico de finales del siglo XVIII y casi todo el XIX. En aquellos tiempos la región de El Cabo se posicionó como un suministrador de vinos fortificados para los británicos, pero pronto los intereses locales quedaron supeditados a las guerras y a los posteriores acuerdos entre británicos y franceses. Así, el tratado de comercio de 1861 entre estos dos países virtualmente colapsó el mercado de producción de vinos, que recibió la puntilla con la llegada de la filoxera en 1885.

El intenso esfuerzo de replantación posterior tuvo como resultado un sensible aumento de la producción, pero las dos Guerras de los Boers del cambio de siglo que enfrentaron a afrikaners y británicos acabaron con el mercado interno, con lo que, tras el fin de la Segunda Guerra Boer, Sudáfrica nadaba en vino.

Para solventar el problema de producción, se instauró un sistema cooperativista que intentaría garantizar un mercado estable para los productores de uva. Como en tantos otros lugares, este sistema acaba dando como resultado una enraizada cultura de producción en cantidad y no en calidad.

En 1918, se crea oficialmente el KWV (Kooperatieve Wijnbouwers Vereniging van Zuid-Afrika Beperkt) y la totalidad de la industria vitivinícola queda bajo su control. Las imposiciones del modelo cooperativista, el cual implica la compra automática a un precio mínimo de todo el vino entregado al KWV y la delimitación de las áreas de cultivo por un sistema de cuotas circunscritas a las zonas de demarcación histórica (no siempre idóneas para conseguir uva de verdadera calidad) resultaron ser un freno importante para la producción de vinos de óptima calidad.

En la década de 1970, Sudáfrica era un país en plena expansión, sus viticultores acudían con frecuencia a Burdeos para conseguir la última tecnología y el saber hacer de los especialistas franceses.

La fortaleza de la moneda sudafricana les permitió el acceso a barricas de la mejor calidad y a los mejores expertos en viticultura. Esto dio como resultado una definición muy bordelesa tanto de sus mejores plantaciones, con la introducción de Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, como del estilo de sus mejores vinos, situados en una línea elegante y ligera.

Sin embargo, este proceso se verá frenado por la imposición de las sanciones internacionales al comercio de productos sudafricanos en la década de los 80, en la que el aislamiento internacional del país se reflejó también en la manera de hacer vino y en un estilo menos influenciado por los enólogos y por el gusto europeo.

Por fin, la década de los 90 verá el final paulatino del monopolio del KWV y sus reglamentos y el reingreso de Sudáfrica a los mercados internacionales. Por otra parte se produce la aparición de productores independientes de pequeño tamaño en búsqueda de una calidad sin compromisos y que cimientan su trabajo localizando los terruños ideales y en la replantación de variedades acordes con la tendencia del mercado internacional.

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En un inicio los vinos sudafricanos se definían mayoritariamente como easy drinking wines, lo cual se traduce en vinos de buena calidad pero con buqué y gusto de relativa sencillez, esto debido a la producción a gran escala. Dichos productos eran apreciados en el mercado europeo para ser consumidos de forma cotidiana.

Con la evolución de la vitivinicultura y el desarrollo de bodegas que producían vinos a baja escala, la calidad de los caldos de la región ascendió notablemente hasta lograr el nivel de los europeos con una producción de vinos Premium.

Además, la predilección de los productores sudafricanos por la elaboración de blancos (resultado de la escuela vinícola alemana que predomina en el área), se vio ligeramente menguada dando paso a los tintos, sobre los cuales se ha centrado la atención mundial.

En la actualidad, el 47% de la exportación está dirigida a Gran Bretaña, el 25% ingresa a Alemania y el resto, principalmente va a Canadá y Estados Unidos.

Denominaciones y Clasificaciones del vino sudafricano

En 1973, el gobierno Sudafricano preocupado por su imagen internacional, introdujo un sistema de control para sus Vinos de Origen (WO para Wine of Origen) garantizando que toda la uva utilizada procede de esa denominación.

Existen 60 denominaciones de origen de Sudáfrica dentro del Sistema Wine of Origen con una jerarquía destacada por Regiones de producción designadas, Districts y Wards. Más recientemente fueron declaradas tres “0Geographical Units” (Unidades Geográficas), lo que puede cubrir un número de Regiones WO además de algunos otros Districts y Wards.

Para que un vino sea considerado como WO el 100% de las uvas deben proceder de la zona designada. Un vino Single Vineyard deberá proceder de una zona determinada de menos de cinco Ha. Un Estate Wine puede venir de fincas adyacentes, siempre que se críen juntos y el vino se produzca en ese sitio. Un Ward es una zona con un tipo de suelo y/o el clima distintivo, y es aproximadamente equivalente a una Denominación de Origen europea.

Si la variedad de la uva y el año de cosecha aparecen en la etiqueta, se garantiza al consumidor que al menos el 75% del vino es producido de la variedad indicada y la cosecha especificada en la misma, además de que cada uno de los vinos debe pasar por un minucioso control analítico y organoléptico. Este porcentaje aumenta al 85% para los vinos de exportación. (Alrededor de 75 variedades están actualmente aprobados para WO vinos).

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Clasificaciones

Las Denominaciones de Origen Sudafricanas en Western Cape se subdividen en cinco clasificaciones:

Estate: Así se denomina a la propiedad formada por una o más fincas que sólo emplean uvas producidas y vendimiadas en sus propiedades y su vinificación también se realiza en las instalaciones de la misma propiedad. Es el equivalente al Chateau de Bordeaux en donde el vino es producido y embotellado en la propiedad. Es la clasificación más específica que aplica a los productores y vinos más prestigiados.

Ward: Este término describe una zona vinícola pequeña y bien definida. El ejemplo más ilustrativo son los cinco viñedos de Constantia.

District: Se refiere a una zona vinícola mayor y continua. La diferencia entre District y Ward es que un el primero puede contener diferentes terruños, mientras que un Ward, no. Esto explica, por ejemplo, el por qué Cape Point, con una sola bodega, es un District y no un Ward.

Región: El término reúne una extensa zona de cultivo compuesta por diversos distritos o áreas de distrito.

Wineland: No se trata de ninguna denominación oficial, este término refiere a la calidad de los vinos independientemente de que estén clasificados como Ward, District o Región.

 

Regiones

Las principales regiones, comarcas y distritos vinícolas sudafricanos son las siguientes:

Western Cape:

Región Costera: Cape Point, Swartland, Tulbagh, Paarl, Stellenbosch, Constantia y Durbanville.

Región de Boberg: Boberg.

Región del Breede River Valley del Río Breede: Worcester, Robertson, Swellendam.

Región de Klein Karoo: Montagu, Klein Karoo, Calitzdorp.

Región de Olifants River: Olifants River, Región de Piketberg, Piketberg.

Región de Overberg: Bot River, Elgin,Walker Bay.

Northern Cape: Río Lower Orange, Douglas.

 

Las tradicionales regiones vitícolas de la Península del Cabo y las regiones ubicadas en sus alrededores, poseen un clima principalmente mediterráneo cálido, con veranos secos, y una buena cantidad de precipitaciones invernales, lo que hace que la irrigación sea innecesaria. Desde aquí, en dirección nordeste hacia la región de Little Karoo, el clima comienza a ser progresivamente más seco y más cálido, con grandes diferencias entre las temperaturas de verano y las de invierno. Las lluvias a veces caen en los meses de verano.

 

Variedades

Las castas blancas son todavía predominantes en el viñedo de El Cabo, alcanzando el 80% de la superficie plantada. En términos de calidad, la Sauvignon Blanc produce excelentes vinos, muy originales y de gran personalidad. La ubicua Chardonnay se adapta bien a este terruño y ofrece vinos con buen equilibrio. Encontramos también buenos ejemplos de Chenin Blanc y de Sémillon, junto con plantaciones de Colombard y otras castas blancas de menor entidad. A las plantaciones tradicionales de la doméstica Pinotage, cruce de Pinot Noir y Cinsault, y a las realizadas en la década de los 70 de Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc, se unen ahora las castas específicas del Médoc, como el Malbec y el Petit Verdot. Pero son las variedades del Ródano y del Mediterráneo las que reciben la mayor atención por parte de los dinámicos viticultores sudafricanos, siendo la Syrah, la Garnacha y la Monastrell las variedades más plantadas en la actualidad.

Raúl Gil Obregón