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Dominio del Pidio, continuar en vez de comenzar

Mariana Rivera, @mana_sommelier

En Quintana del Pidio se regresa a los orígenes en lugar de ignorarlos. Por más de 1000 años, esta villa ha suministrado vino a caballeros, abades y guerreros. Prueba de ello es el laberinto subterráneo que, desde hace años, camina a lo largo y ancho del pueblo.

Hoy en día, los hermanos Aragón, a cargo de Dominio del Pidio, restauraron un histórico barrio de bodegas del S XVI: cinco bodegas y lagares subterráneos en la Ribera del Duero, una auténtica maravilla arquitectónica digna de ver.

La historia de Dominio del Pido es una de perseverancia, trabajo y pasión por el vino. Para construir esta bodega, los propietarios tuvieron que comprar 72 bodegas más pequeñas a pequeños productores, ¡imagínate la cantidad de contratos y trámites! Esto sin contar la obra arquitectónica, que tomó años en realizarse.

España, una historia vinícola para el mundo

La bodega resurgió en 2006, con el objetivo de rescatar los valores tradicionales en la elaboración de vino en Quintana del Pidio.

Ahora bien, hablemos de los increíbles vinos que están haciendo. Diferenciamos tres
características de la bodega y sus vinos:

  • Fermentación en cemento.
  • Inclusión de pequeños porcentajes de Albillo en los tintos.
  • Envejecimiento en las tradicionales bodegas subterráneas.

Los tres vinos que aquí se producen son una gozada para los sentidos: francos, muy expresivos y elegantes en boca.

Tinto: Un Tempranillo, con un toque de Albillo Mayor procedente de viñas viejas, de una altitud media de 890 msnm, agricultura ecológica y rendimientos limitados. En la bodega fermentan con levaduras autóctonas en depósitos de cemento; éstas son sumamente importantes para darle identidad a los vinos. Por último, reposan en barricas de roble francés de 228 y 500 litros durante 15 meses, en la increíble bodega subterránea.

España llena de magia

Blanco: Un Albillo Mayor con crianza que me voló la cabeza, potente y fresco, sumamente elegante y untuoso, ocho meses en barrica de roble francés y reposo sobre lías.

Rosado: Un rosado gastronómico, de gran calidad y producción limitada (menos de 1000 botellas, dependiendo de la vendimia). Este fermentado se hace con Tempranillo y Albillo Mayor procedentes de viñas viejas y tiene una fermentación en cemento y crianza en roble francés de 228 y 500 litros durante cuatro meses sobre lías. 

Estos vinos ya están en México, y definitivamente no te los puedes perder: una auténtica joya de la Ribera del Duero.

Encuéntralos en @sietecincoceroml