Por Marco Antonio Garzón Velasco
Portugal es más que oporto y vinho verde, es una nación productora de grandes vinos con uno de los mayores consumos per cápita del mundo y proveedora de grandes tintos, como los de la vinícola Quinta do Crasto.
La bodega se ubica en lo que es la primera Denominación de Origen creada en el mundo, Douro, y que ha sido base y ejemplo para otras denominaciones del mundo.
En la margen derecha del río Douro, entre Régua y Pinhão, se encuentra Quinta do Crasto, una finca de 135 hectáreas, de las que 74 están cubiertas por viñedos. La propiedad se beneficia de las condiciones de esta ubicación privilegiada en la región de Cima Corgo, produce vinos premium y súper premium de Douro y Porto con uvas procedentes de algunas de las viñas más antiguas e históricas del Douro.
La región del Douro portugués se encuentra al norte del país en una zona excelente para el cultivo de la vid y la producción de vinos de alta complejidad de aromas y con un gran cuerpo. Esto es resultado de una excelente exposición al sol y suelos pobres en materia orgánica, que en su composición gozan de la presencia del “esquisto”, una pizarra que aporta carácter mineral y un aroma distinguido. Entre otros elementos, todas estas condiciones hacen únicos a estos vinos blancos y tintos.
La Región Demarcada del Douro está dividida en tres subregiones: Baixo Corgo, Cima Corgo y Douro Superior. Cada una tiene su propia combinación peculiar de topografía, geología, clima, recursos hídricos, etc.
La subregión de Cima Corgo es más seca que el Baixo Corgo. En consecuencia, el rendimiento por hectárea es más bajo aquí, sin embargo es el área más adecuada para producir vinos intensos, complejos y concentrados.
La complejidad de suelos de Quinta do Crasto ha sido labrada en laderas escarpadas cerca del río en una obra notablemente impresionante de ingenio humano. Los socalcos tradicionales (terrazas con muros de contención de piedra) albergan las viñas más viejas, algunas de 100 años de antigüedad.
La excelente exposición al sol, las condiciones secas de la subregión Cima Corgo y la capacidad de los suelos de esquisto para absorber y retener el calor, se unen para forzar a las raíces de las vides a crecer docenas de metros tierra adentro en busca de agua y nutrientes. Esto también proporciona competencia entre las plantas y contribuye a la complejidad e intensidad de los vinos producidos.
La bodega tiene numerosas parcelas de viñas viejas en este selecto terruño. Vinha Maria Teresa, Vinha dos Cardanhos de Cima y Vinha da Ponte son sólo las más conocidas entre docenas de parcelas más pequeñas que suman 40 hectáreas de vides viejas. Cada año las uvas cultivadas aquí producen vinos de Quinta do Crasto que son inigualables en su carácter y singularidad.
La calidad del terruño y de las etiquetas requiere toda la pasión del equipo de elaboración. Sus propias manos se preocupan por las vides desde la poda hasta la cosecha, a fin de controlar de cerca cada paso del proceso de producción y vinificación.
Importantes inversiones recientes en Quinta do Crasto han permitido que no sólo se modernicen los viñedos sino también las instalaciones de vinificación. El resultado ha sido garantizar la producción constante de vinos de la más alta calidad año tras año. Estos productos manifiestan la inigualable herencia del terruño del Douro. Quinta do Crasto se enorgullece de servir este legado a cualquiera que tenga la suerte de probar sus vinos y disfrutarlos.
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