En este magnífico terruño se elaboran los vinos más costosos de España, un lugar lleno de encanto, de paisajes hermosos y enología de vanguardia.
Localizado en Cataluña, al noreste de España, Priorat está bien posicionado a nivel mundial por sus estructurados vinos tintos que han alcanzado fama en los últimos años, los cuales destacan por los particulares sabores que les da el suelo de pizarra llicorella distintivo de la zona: un suelo de drenaje libre, pobre en nutrientes, formado por pizarra parcialmente descompuesta y cuarzo.
Priorat, por su nombre en catalán, o Priorato, en español, produce en su mayoría vino tinto con uvas poco utilizadas en el resto de España, como Syrah, Mourvèdre, Cariñena, y la muy popular Garnacha, aunque también elabora pequeñas cantidades de vino blanco y rosado.
Ubicación
La Denominación de Origen Calificada (DOCa) Priorat, es una pequeña región montañosa situada en la provincia de Tarragona con una superficie de 17.629 hectáreas, de las cuales 1887 están plantadas con vid y son cultivadas por más de 600 viticultores. Está compuesta por nueve municipios: Bellmunt del Priorat, Gratallops, El Lloar, El Molar, La Morera de Montsant (que incluye la villa de Scala Dei), Poboleda, Porrera, Torroja del Priorat, la Vilella Alta y la Vilella Baixa. Además, en sus límites también se encuentra la parte norte del municipio de Falset (la zona de Masos de Falset), y la parte este del término municipal de El Molar (les Solanes del Molar).
La sierra de Montsant la delimita por el norte, al poniente se encuentra la sierra de La Figuera, por Levante la sierra de Molló, y por el sur el territorio se abre siguiendo el curso del río Siurana hacia el río Ebro. Esta región, integrada también por el territorio no vitivinícola, pertenece a la Comarca del Priorat, la cual está rodeada enteramente por la DO Montsant, cuyos vinos tienen un precio mucho más accesible.
El encanto del terruño
La vitivinicultura de esta pequeña zona se remonta al siglo XII, cuando los monjes de la orden cartuja establecieron el monasterio del Priorato Scala Dei y plantaron viñedos allí. Las ruinas del monasterio aún se pueden visitar, y las vides todavía abarcan las laderas debajo de él.
La magia de sus vinos está basada en algunos factores clave que los vuelven muy atractivos, siendo uno de los puntos más relevantes la variedad de uvas con las que se produce el vino. Esta región catalana es muy poco ortodoxa y no usa la uva más reconocida en España que es la Tempranillo, sino utiliza varias uvas francesas, logrando mezclas originales; la uva característica es la Garnacha, que junto con la Cariñena, acapara gran parte de la producción.
La composición de la tierra es un punto determinante para la calidad, ya que aporta sabores únicos al vino, como las notas de grafito tan características de este suelo. Por otro lado, el clima es ideal para producir uvas con altos niveles de calidad: el calor de los días de verano permite su madurez perfecta, y la brisa fresca de la noche se encarga de generar la acidez necesaria para lograr vinos equilibrados en boca. No es casualidad que la zona se haya posicionado con los vinos más caros de España.
Su geografía es inigualable, ya que cuenta con terrazas de pizarra excesivamente escarpadas que pasan justo por encima de la frontera francesa. Ahí, las vides de Garnacha y Cariñena producen pequeñas cantidades de vino notablemente concentrado, tánico y ocasionalmente muy superior al 16 % de alcohol.
Evolución vitivinícola
Hasta hace algunas décadas, el Priorat producía vinos poco sofisticados, pero una reciente inversión de capital y esfuerzo de los nuevos productores, la ha convertido en la DOCa con los vinos más elegantes, prodigiosos y costosos de la península. Desde los años noventa es la región más famosa de Cataluña y una de las más reconocidas en España y el mundo. Es una zona que goza de una situación incomparable frente a muchas otras, ya que se ha distinguido por su inversión financiera y humana, convirtiéndola en el punto focal de las regiones vinícolas españolas.
La clave del sabor extraordinariamente cargado de minerales, es el suelo constituido de pizarra de color marrón oscuro llamado llicorella, que brilla con el sol del día y con la luna por la noche, bañando a los viñedos de luz propia. La clave del protagonismo de este tipo de suelo es que proporciona una de las influencias de terroir más marcadas del mundo del vino, lo cual lo hace sorprendente.
Las leyes oficiales de producción reconocen tres niveles de calidad basados en periodos de maduración: Crianza pasa un año en roble, seguido de un año en botella antes de su lanzamiento; Reserva pasa un año en roble y luego dos años en botella; y Gran Reserva pasa dos años en roble y tres años en botella. En la práctica, pocas bodegas utilizan estas clasificaciones tradicionales de envejecimiento, ya que consideran que las barricas de roble nuevas ocultan las cualidades que hacen de Priorat, único. Hoy, parte de los vinos o se añejan en toneles de madera de 800 litros o se conservan en tanques de concreto, lo que permite la microoxigenación sin aportar notas de barrica.
Enoturismo
Una visita casi obligada para conocer la historia y los orígenes de la Comarca del Priorat es Escaladei, Scala Dei o “escalera de Dios”. La Cartuja vivió épocas de esplendor durante siete siglos, donde los monjes poblaron los campos, construyeron molinos y difundieron el cultivo de la vid. En la actualidad se puede disfrutar de un recorrido comentado por el exterior de los tres claustros, la iglesia y refectorio, así como de una celda reconstruida.
Por supuesto, la ruta del vino y el aceite de oliva es algo que ningún conocedor se debe perder: es un momento único para conocer bodegas y explorar a fondo la producción de estos productos, disfrutando además su gastronomía.
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