Arq. Cristina Aline Flores Quintana.
Desde sus hermosos paisajes hasta sus más extraordinarias edificaciones, la cultura oriental siempre ha cautivado e impresionado a las grandes masas; siempre mejorando y avanzando sin dejar de lado sus bases y sus costumbres.
Llegan a nuestro continente fuertes influencias orientales que nos hacen revivir todo aquello que hemos olvidado, y así recordarnos lo mucho que podemos llegar a afectar nuestro medio ambiente dejando de lado la correlación que tenemos con la naturaleza. Cuando escuchamos acerca de la cultura oriental o asiática, automáticamente nuestra mente se transporta a lugares armónicos, ambientes relajados, sensaciones de paz y tranquilidad. Es como si pudiéramos apreciar mucho más las sensaciones y emociones que nos brinda un espacio con estas tendencias y lo saludable que puede llegar a ser habitar en estos ambientes. Sentirnos en contacto directo con la naturaleza, disfrutar de los aromas, regocijarse de sus colores y sentir sus cambios de estación; hacer un ambiente cálido y acogedor en los días de invierno y sentir la frescura en los días de primavera, disfrutar y gozar la vida en su máximo esplendor.
En lo que se refiere a la arquitectura oriental se busca un diálogo entre la naturaleza y el ser humano también, expresa un orden social en su entidad y además ambiciona la armonía; busca por sobre todo una vida más plena y grata. Crea bellos jardines alrededor de las edificaciones con árboles de todo tipo, con carácter simbólico-religioso, lo que más apasiona es el respeto por lo natural. Desde las edificaciones de planta ortogonal o rectangular con losas a dos aguas y terminaciones curvas como si fueran a seguir hacia el cielo, hasta los edificios altos con diseños modernos o estilos deconstructivistas con implementaciones de la más alta tecnología, la cultura china busca conservar en medida de lo posible el medio ambiente en el que se desarrolla el contexto urbano o rural.
Así como en el exterior de una edificación, su interior también obedece reglas, costumbres y tradiciones. Hoy en día, los estilos han tenido gran aceptación en el occidente, han ganado gran espacio y reconocimiento en todos los rincones del mundo, y claro, como todas las ciencias, se dividen en distintas disciplinas o estilos de decoración interior con los cuales cada individuo puede identificarse y sentirse crecidamente cómodos y relajados.
Una de las derivaciones de la cultura oriental para el diseño de interiores es la decoración Zen. Las raíces filosóficas del Zen están fundadas en la vida y enseñanzas de Buda, y su expresión máxima se dio a mediados del siglo XIII, además de la constante influencia del yoga, se tiene como base de decoración el uso de la madera, los colores blanco, ocre, beige y contrastes como el negro, ideal para tener una percepción visual de equilibrio y gran armonía.
Lo substancial en una decoración de estilo Zen es la directa relación que se tiene con el entorno y sus objetos para que de este modo se logre una excelente calidad de vida. El uso de materiales naturales es primordial en estos ambientes; estos deben de ser durables y de gran resistencia, ya que su solidez ofrece una mayor versatilidad en su uso, que va desde lámparas, biombos, muebles hasta muros, pisos e inclusive techos.
Otra característica de esta disciplina es encontrar la paz adaptando los diseños interiores y jardines a espacios ordenados con recursos mínimos y líneas simples. La iluminación es también una base fundamental en la búsqueda de la armonía y paz. Este estilo nos dice que podemos encontrar la relajación y tranquilidad que se requieren en estos tiempos de gran cambio y acelerado crecimiento mediante acciones simples y cotidianas.
Los colores neutros como son los ocres, grises, beiges y blancos son colores base utilizados en este tipo de decoraciones y es importante tomarlos como fondo y para resaltar y dar especial personalidad al espacio, se utilizan colores llamativos tales como los rojos, verdes, y gamas de marrones en los objetos decorativos como sábanas.
En lo que se refiere al mobiliario, estos son de líneas rectas y simples, hecho por lo regular de madera de color natural, por lo general son muebles bajos. Un toque de luz sutil e indirecta aplicado en algún motivo de decoración, sobre muebles o accesorios escondidos, ayudará a crear un ambiente suave y sensual que invitará al descanso y a la meditación. Esta decoración debido a su orden nos deja espacios claros y mejor distribuidos, en el estilo chino las zonas comunes son conformadas por un espacio generoso y lo fundamental es que se recrea una sensación de apertura hacia el exterior. En cambio, en las zonas privadas o más íntimas son celosamente guardadas.
El mobiliario se basa en el uso de líneas rectas y simples, con poca decoración o totalmente nula, colores neutros y sobre todo debe dar una sensación de salud y limpieza. Hoy en día es más sencillo conseguir muebles con tales tendencias como camas bajas o futones, cuya base es apoyada directamente en el suelo como una tabla, dándole un estilo lounge, closets y estantes asemejando las puertas corredizas de papel de las casas asiáticas hasta los ya muy conocidos cuartos de sauna cuyo único fin es relajar.
Con toda esta influencia china, en los hogares de Latinoamérica se están aplicando telas o sedas brillantes y tejidos majestuosos, además de la aplicación de pinturas que son utilizadas para las paredes con letras chinas.
En cuanto a los baños, tienden a romper los modelos clásicos, se estilan de formas y tamaños diferentes, como de caracola, es una pieza de decoración creativa y a la vez muy ligada al feng shui, ya que el agua, como elemento vital, le da al ambiente una atmósfera de buena vibra, energía y atracción de la fortuna. También los hay con plantas incrustadas en los lados, se nutren del agua que se usa en el lavabo, siendo también un elemento de decoración y un espacio ecológico en el baño. Se pueden poner azulejos de color ocre en las paredes y accesorios blancos de baño, los mismos que al combinarse dan un contraste de espacio equilibrado.
En las salas o estancias, se recomiendan los colores beige u blancos para crear el efecto de espacios más grandes, los adornos deben ser pocos, cuidando de no sobrecargar el espacio. Los jarrones y piedras darán energía al ambiente, puedes colocar cuadros en las paredes, procurando que contrasten con el color de los muros.
Para la cocina, la mejor opción son los muebles de fórmica blanca, tanto en las alacenas como en las mesas. Los detalles como las vajillas y utensilios pueden estar a la vista y en blanco, para que combinen bien con el espacio. Si vas a poner un área verde tanto en tu casa como en tu oficina, procura que crear un mini bosque con un lago artificial, piedras erosionadas o de rio, arbustos y árboles, puentes, pérgolas y pisos de madera.
La influencia oriental se encuentra en cada rincón del mundo y es más fácil conocer sus nuevas tendencias gracias a la tecnología y la comunicación global que se desarrolla a través de internet, y a pesar de que muchos de los accesorios orientales parecen rústicos o anticuados a simple vista, debido a los avances que hay en la tecnología, estos objetos son verdaderamente útiles para la vida moderna. Si buscas momentos de relajación, estar en contacto con la naturaleza y encontrar tu equilibrio, aplicar alguno de los estilos orientales puede ayudarte a conseguir eso que tanto anhelas.
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