Se trata de un gran paseo por Italia y sus grandes zonas viníferas, para despertar los sentidos a una nueva gama de vinos del mundo, grandes para una buena tertulia.
Bien sabemos que Italia durante muchos siglos ha sido el gran promotor de los vinos. Ya desde la época romana, cuando los griegos y fenicios habían transportado vino y esquejes a toda Europa, hicieron que el vino fuera uno de los productos más codiciados en la época. Los mismos romanos fueron los que, con su conquista, llevaron los vinos y su elaboración a todos los confines del continente, así como los hicieron populares en algunas zonas de África.
La ruta de colaboración del vino
Los primeros vestigios de los grandes viñedos en Europa, nacen de las constates comunicaciones del Imperio romano con los otros países, iniciando así una ruta interminable de elaboraciones y conceptos de vino.
Dos de las grandes zonas de comercialización e introducción del vino a Italia fueron la elegante zona de Friuli, en el noreste, cuya colindancia con las rutas de europeas y orientales del comercio hicieron que los grandes varietales o tipos de uvas entraran por esa zona. Así mismo tenemos la zona de Puglia, en el extremo meridional de la gran bota que, bañada por el Adriático y el Mediterráneo, tenía las primeras comunicaciones de las uvas, los varietales y los vinos de aquellos grandes navegantes como eran los griegos, comunicando -además de costumbres- grandes elaboraciones de vino a la zona sur de Italia; pero más allá de ello, todos los nuevos tipos de uva o varietales que entraron en esta zona, de sol agreste y suelos volcánicos calcáreos por sedimentación del Mediterráneo.
Un magnífico ejemplo dentro de los 580 varietales autóctonos italianos es el bien conocido Primitivo de Mandurria, en la Puglia. Uva de impactante adaptación a los suelos arcillosos férricos del sur de Italia, produce vinos de magnífica calidad y elegancia sin igual. Esta misma uva que tiene un origen croata con la acepción de Crljenark kaštelanski y mejor conocida en el Occidente después de la llegada a Estados Unidos por medio de los viveros de Macondray en California, para después ser plantada por Osborne en su viñedo de Oak Nnoll.
Trazabilidad, variedad y perfección
Hoy, Italia está a la vanguardia de los grandes viñedos del mundo en tecnología, elaboración y clasificación de zonas, teniendo grandes cambios para identificar los mejores terruños bajo las directrices de la DOCG (Denominación de Origen Controlada y Garantizada), que ostentan muchos viñedos y bodegas en todas las zonas italianas. Cada una de estas zonas con tal apelativo deben cumplir con muchas restricciones de calidad dentro del cultivo y la elaboración de vino, pero sin duda una de las más representativas es la de la trazabilidad, cuya pretensión es la de documentar absolutamente todo sobre la vida de una botella de vino y las vicisitudes que este paso transita antes de poder disfrutarlo en una copa.
La trazabilidad marca lotes de viñedo, climatologías, maduraciones, tiempos de cosecha, elaboración, temperaturas de fermentación, procesos de embotellado, etiquetado y encorchado. Todo está documentado para saber su origen y calidades en el tiempo, así como también algún problema que pueda surgir con el vino y la botella. Italia ostenta algunos de los más amplios estilos de vino en el mundo, por ello el gran mosaico difícilmente puede ser igualado.
Piamonte y Barberas
Tenemos vinos elegantes de la zona del Piamonte, grandes Barolos y Barbarescos, donde la uva Nebbiolo, llamada así por el efecto de la niebla sobre los terruños que la contemplan, es elegante, de redondez perfecta y notas de aromas a suelo, recordándonos a las micorrizas del suelo que proporcionan estilos en los vinos de todo el mundo, pero que en esta zona se relaciona perfectamente bien con un producto oriundo como es la trufa y todos los platos elaborados con este manjar de la tierra proveniente de un hongo.
No olvidemos los grandes Barberas y su acidez en la zona, ideales con pescados salseados en conjunción con alcaparras del sur italiano, una delicia. Los blancos de Gavi que marcan elegancia con su uva Cortese, por ello Cortese de Gavi es la zona de los grandes blancos del norte de Italia. Ya que hablamos del tema, no podemos olvidar los grandes blancos espumosos elaborados en la zona de Lombardía, provincia de Brescia, bajo el nombre de Franciacorta, que bajo el método tradicional o de doble fermentación en botella nos hacen la vida fácil y alegre con su espuma o gas carbónico, ideal para platos de acidez elevada, dulzor elevado o grasa intensa, en suma, para todo tipo de platos.
Los alrededores del mar Tirreno
Bajando del norte por la cordillera de los Apeninos, encontramos a mano izquierda y bañado sobre el mar Tirreno, una de las grandes zonas del mundo como es la Toscana, madre de los grandes Chianti Classicos del mundo, que llevan el apelativo de Galo negro, en la zona de Florencia y Siena. Historia bien conocida para delimitar las zonas por la caminata de dos nobles, uno de Florencia y otro de Siena, que cuando cantara el gallo debían de caminar hasta encontrarse y el punto de encuentro sería la zona limítrofe entre las dos provincias -o más bien repúblicas- como lo eran en los siglos XVI a XVII. De ahí emerge también la zona del Chianti que rodea a todo el Chianti Classico.
Son vinos elegantes de uva Sangiovese que reflejan el terruño donde están plantados fielmente, por ello los diferentes lomeríos y características del suelo dan estilo a los vinos de la Toscana.
Ligeramente al sur tenemos la zona en donde el Sangiovese cambia de acepción y le llaman Brunello, cerca de la ciudad de Montalcino. Conocidos en todo el mundo por sus elaboraciones majestuosas, todos esos Brunello son sumamente espectaculares, con aromas de fruta en combinación con la evolución en madera que otorgan aromas de barrica como los ésteres, los cuales recuerdan notas a tabaco, animal, cuero, y elegantes aromas de evolución.
Cerca de esta zona está Vino Nobile de Montepulciano, más moderno pero con la misma notación de los Brunello, a excepción del suelo de la zona de Brunello que excita los vinos con una calidad inigualable.
Los Supertoscanos
No dejo pasar el momento para comentar que la anarquía y el brinco de las legislaciones dan nuevos elementos de satisfacción en los vinos, como los Supertoscanos, los cuales se saltaron la legislación de las uvas de la zona e incluyeron uvas internacionales como Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah en elaboración con la Sangiovese, dando estructuras modernas de vino que han revolucionado el mercado por su calidad, entrando en el universo de los vinos excepcionales, clasificación para sólo unos 10 o 12 en el mundo.
No me olvido tampoco de los grandes vinos dulces o Vin Santo que se elaboran en toda la zona, excepcionales todos ellos. Y por supuesto, hago mención de los grandes Amarone y Recioto de Valpolicella en el Veneto, donde la elaboración ha llegado a maduraciones excepcionales bajo técnicas ancestrales, pero modernizadas por la tecnología.
Así también los grandes Neros d’Avola de la isla de Sicilia, cercanos al Etna que nos da un suelo volcánico con diferenciación con los vinos de continente en gama aromática y sobre todo gusto mineral, seguramente fuera de lo común para los grandes amantes del vino.
Y terminando siempre con un final dulce y feliz, tenemos a los Marsala de la Sicilia, los cuales desde hace más de tres siglos siguen maravillando a los consumidores de grandes vinos.
Comentarios