Las ‘dark kitchen’ han crecido en esta pandemia y no todas han sido a través del uso de apps de entrega a domicilio como Uber Eats o Rappi. Esto ha detonado que estas plataformas empiecen a ofrecer comisiones más atractivas para atraerlas.
Las cocinas fantasmas o Dark Kitchens han crecido en la Ciudad de México como una opción de empleo para los miles de chefs, meseros y mensajeros que han perdido su trabajo por las medidas de sana distancia.
El concepto ‘dark kitchen’ se define como una cocina que no tiene un restaurante abierto, pero que puede ponerse en contacto con sus usuarios a través de aplicaciones de mensajería, redes sociales o por teléfono, con horarios establecidos y una logística propia.
Muchas de este tipo de cocinas no han buscado ser parte de las apps de delivery que hay en el mercado, como Ubereats, Rappi o Didi Food, pues algunas de ellas no empatan con la forma de trabajo que tienen y así; al tener la posibilidad de crear su propia logística, no sólo tienen el control de las entregas, también de la atención al cliente.
Con sus propios medios
Ya sea por el concepto de su cocina, promesa a sus clientes o por las altas comisiones que se pueden llegar a manejar, emprendedores han optado por ser los responsables de sus envíos. Surge también el comentario por parte de los iniciadores que en algunas apps se les dijo que eran muy nuevos para formar parte, situación que cambió con el incremento de días de cuarentena, donde a muchos las propias apps se han acercado para incluirlos, ofreciendo comisiones más bajas.
Aunque existen cocinas fantasma que se han apoyado de las apps, los costos de renta que tienen los locales en la Ciudad de México, las comisiones de las apps y la incertidumbre actual están propiciando el surgimiento cada vez mayor de este tipo de cocinas.
El futuro de la comida
Un reporte de Euromonitor indica que en China ya existen más de 7,500 dark kitchens, en la India más de 3,500, en Estados Unidos 1,500 y en Reino Unido 750, por lo que la expansión de este tipo de cocinas cada vez es más popular.
Entre los retos se encuentra el encantar al cliente con la presentación de la comida (la cual, al viajar, puede verse afectada), una buena logística de entrega y la atención personalizada, a pesar de la distancia y el uso de herramientas tecnológicas.
Las redes sociales y la publicidad de boca en boca deben considerarse en la inversión que los emprendedores tengan para sus propuestas gastronómicas.
Aunque las medidas dentro de restaurantes se han flexibilizado en la Ciudad de México, en enero se cerraron las puertas de 13,500 restaurantes en la metrópoli y se calcula que unos 50,000 empleos se han perdido lo que ha dejado a muchos chefs, cocineros y meseros sin una fuente de ingresos, que podría encontrar una solución en este modelo de cocina.
Con información de Expansión.
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