“Señor, dame café para cambiar las cosas que puedo cambiar, y vino para aceptar las cosas que no puedo cambiar”.
Anónimo.
Existen muchas historias acerca de su origen; una de ellas dice que por el año de 1140 de nuestra era, en Abisinia, unos pastores observaron que sus cabras se ponían muy inquietas al consumir unos extraños frutos rojos que crecían en matas. Los pastores tomaron los frutos, los procesaron y prepararon una bebida caliente para protegerse del frío nocturno del desierto. Se dice que esa bebida es lo que conocemos como café. Otra leyenda relata que monjes capuchinos tomaron los frutos y las hojas de la misteriosa planta, prepararon con ellas una cocción y llamaron a esta bebida kawa.
Dentro de las bebidas sin alcohol, esta es la que se considera más socializadora en muchos países. Va enlazada a las costumbres y estilos de vida de las diferentes culturas: se puede tomar solo, con leche, con crema, con azúcar, con chocolate o con algún licor, y es posible servirlo frío o caliente.
A nivel mundial, México ocupa el sexto lugar como país productor después de Brasil, Colombia, Indonesia y Vietnam, con un volumen de producción de 4 a 5 millones de sacos por año. No obstante, nuestro país tiene uno de los consumos más bajos (1.2 kg per cápita).
Tipos de café y cultivo
Los tipos de café producidos en México, de acuerdo con su clasificación son: Altura, Prima lavado, Lavados, Naturales, siendo las principales variedades Arábica (97 %) y Robusta. El grano Arábico contiene de 1.1 a 1.7 % de cafeína, mientras que la Robusta contiene de 2 a 4.5 %. Y el sabor en la taza tampoco es igual: el Arábico es más dulce, aromático y sensiblemente menos amargo y astringente que el experimentado con la Robusta.
El cultivo del café es una actividad estratégica importante en un terreno económico y social; existen 690 mil hectáreas plantadas de café, localizadas en 321 municipios de 12 estados: 84 % en Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla; 15 % en Guerrero, San Luis Potosí, Nayarit e Hidalgo; y 1 % en Jalisco, Querétaro, Tabasco y Colima. Sólo el 10 % de la superficie se destina al cultivo del café orgánico.
Muchos mitos rodean al consumo de café y actualmente las investigaciones serias han demostrado que de tres a cinco tazas de café diarias, no representan inconveniente para personas habituadas a consumirlo. Pero es muy importante el método de preparación (tostado, molido y método de preparación) para saborear su calidad, así como establecer el contenido de cafeína.
Beneficios del café
Quizá el mayor beneficio son sus antioxidantes, los cuales protegen al organismo de mutaciones celulares y retrasan el envejecimiento; además reduce hasta en un 25 % el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Previene la demencia en la vejez, protege el sistema nervioso central y aumenta la concentración.
Por todo ello y más, si algo me encanta al iniciar el día es tomar una taza de café.
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