1

Micorrizas italianas

Una simbiosis que genera las condiciones óptimas para vinos de calidad.

Si existe un lugar donde las condiciones del terruño sean ideales para hacer vino, es Italia, y dentro de este país conocemos algunas zonas como Piamonte, Toscana y Véneto, así como muchas más con vinos que nos podrían hacer perder la cordura por su elegancia y estructura. Pero más allá de la gran calidad de las uvas, basándonos en una viticultura ancestral y las magníficas elaboraciones que durante siglos han perfeccionado, existe un detalle que pasamos por alto: las condiciones perfectas para el desarrollo de la vid sobre un terruño inigualable.

La vid como planta necesita tomar nutrientes del suelo: potasio, calcio, fósforo, magnesio… pero en muchas ocasiones las raíces no pueden hacerlo y necesitan apoyarse de otros microorganismos, creando una simbiosis entre la planta y el hongo que vive en el suelo.

A esta unión se le da el nombre de micorrizas (myco de hongo y rhizos de raíz), y son las responsables de que la calidad de muchos cultivos sea más elevada que en otras zonas. Estas micorrizas son la unión entre las raíces delgadas del árbol y las raíces de los hongos (hifas), las cuales ayudan a que las vides puedan sintetizar minerales que sería imposible absorber sin ellos; y los hongos, a su vez, se nutren de los carbohidratos que la planta realiza en la fotosíntesis. El equilibrio que forman en el suelo es tan importante que se vuelve una sólida base contra otras enfermedades.

Existen muchos tipos de hongos en el suelo, pero solo algunos nos dan esta relación simbiótica que buscamos. Por ello la cantidad de agua, insolación, temperatura, altura, oxigenación y tipo de árbol, tienen mucho que ver cuando el suelo está siendo colonizado por los hongos.

Hoy es posible hacer esta colonización por medio de siembra desde las plantas en vivero, y con ello se aumenta el equilibrio y la absorción, además ayuda a no tener déficits de minerales y dar uvas de mayor calidad.

Estos tipos de micorrizas son poco vistas o analizadas en los viñedos, o por lo menos casi no se habla de ellas, pero son exactamente iguales a las famosas micorrizas que forman los hongos del género ascomicetos de la familia Tuberaceae, mejor conocida como trufas, las cuales son fantásticas en la zona de Piamonte donde los bosques de nogal, roble y castaños, están inundados de hongos en el suelo, dando lugar a bosques sanos y el crecimiento de trufas espectaculares dependiendo del año, la temporada y la contaminación del hongo, generando diferencias en las trufas por estilo y calidad, así como para formar una seta en lugar de una trufa.

De hecho, lo que se hace actualmente en el campo de trufas, es lavarlas en los mismos bosques para que los micelios y esporas contaminen nuevamente el suelo, intentando hacer una siembra de los hongos que nos darán más trufas por medio de la simbiosis con las plantas.

Los hongos base para las trufas son Tuber magnatum, para la trufa blanca, y Tuber melanosporum, para la trufa negra.

Ahora ya sabemos que la palabra micorriza es una simbiosis de calidad tanto para las plantas como para el mismo hongo, dándonos salud y calidad. Como ven, el suelo es muy importante.

Un abrazo.