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Por los palacios de Mayahuel: primera parte

No sólo fuimos hechos de maíz, sino también de frijol, chile, quelites y calabaza: venimos de la milpa. Sin embargo, hubo un don que se nos entregó después: el agave. Si alguna vez pensamos que era divino, creo que es el momento de verlo así nuevamente.

 La leyenda de Mayahuel 

Cuenta la historia que Quetzalcóatl en forma de viento fue a visitar a la virgen Mayahuel, le susurró al oído y la convenció de bajar a la Tierra. La abuela de la joven era una tzitzimime o demonio celestial y, al notar la ausencia de su nieta, fue a buscarla con un grupo de otros demonios. Los enamorados decidieron tomar la forma de árbol para esconderse, pero eso no logró engañar a sus perseguidores, que pronto los encontraron. La parte donde se ocultaba Mayahuel fue destrozada hasta quedar sólo algunos trozos. Quetzalcóatl recogió lo que quedaba de su amada, lo sembró y con sus lágrimas alimentó a esa planta que hoy llamamos maguey o agave. De ésta nacieron el pulque y el mezcal, pero también sirve para crear vestidos, construir casas, cocinar y tantas cosas más; no por nada se le llama “la planta de los mil usos”.

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Historia de Mayahuel

Voy hablar del mezcal y el pulque, pero a través de las haciendas que los elaboraban. En algún momento éstas tuvieron su esplendor y las bebidas que se creaban se creían dignas de los dioses. Luego entró la tendencia a lo europeo, como algo superior, y esas tradiciones casi se perdieron. En esa época la gente veía a estos fermentos y destilados como pobres e insulsos: únicamente dignos del pueblo que no sabe nada. En este punto quiero pensar que las cosas han cambiado, que nos dimos cuenta del error que cometió hace mucho tiempo la llamada “alta sociedad”, antes de que fuera demasiado tarde. Lo importante es que varias personas se han encargado de conservar esas tradiciones, como la de hacer bebidas espirituosas a base del maguey y que incluso protegieron esos palacios mexicanos de ser destruidos por completo.

Tal vez Porfirio Díaz no estaría de acuerdo conmigo, pero para mí son edificaciones que hablan de nuestra historia. Quizá no tengan la belleza de las pirámides o el encanto de los palacios medievales, pero sí tienen una magia que es difícil de igualar.

2015-04-30_11-04-41___8443Hay algunos estados de la República que son más famosos que otros en cuanto a producción de bebidas alcohólicas de agave, pero en la mayoría se hacen. Cuando se trata de mezcal, los más populares son Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Durango y Zacatecas, entre otros; los menos conocidos incluyen a Colima, Michoacán y Jalisco. Por otra parte, si hablamos de pulque, sólo parecen contarse dos estados: Tlaxcala e Hidalgo, aunque también en Guanajuato, Morelos, Puebla, Querétaro, estado de México y Veracruz se hace esa bebida. Por supuesto, no cuento a todos, pues son menos los estados que no lo producen que los que sí.

Son más de 200 especies de agaves las que conforman la familia de las agaváceas, algunas endémicas del continente americano.

Descubre más en la segunda parte de “Por los palacios de Mayahuel”