Basándose en las escasas imágenes de la participación de Porsche en su primera Carrera Panamericana y el relato en primera persona de Herbert Linge, el mecánico del mítico Porsche 356 número 11, se consiguió revivir a la leyenda. El mítico número 11 y las heráldicas del rally, así como el casco histórico de la carrera en azul grafito y el logo oficial de La Carrera Panamericana en lugares estratégicos, son detalles que rememoran la fecha.

Por dentro, el motor del Porsche 911 Carrera S Cabriolet es un bóxer biturbo de 6 cilindros colocado en la parte trasera, el cual logra velocidad máxima de 306 km/h y una conducción extremadamente deportiva.
La carrera más peligrosa
La Carrera Panamericana nació como una prueba de velocidad de extrema dureza, que se desarrollaba en la nueva Autopista Panamericana, construida a escasos años. El recorrido detonaba en El Paso, Texas, y terminaba en la frontera de México con Guatemala, lo que permitía que la justa se desarrollara en territorio nacional.

Con este modelo, la marca valora y rememora la La Carrera Panamericana de 1952, la cual dejó un legado en la historia del automóvil.
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