Enclavado al sur de la ciudad de México se encuentra uno de los métodos de cultivo ancestrales más importantes del mundo, ¡seamos parte de su conservación!
Denisse Noyola
Desde hace tiempo ya, la necesidad de conservar y preservar estas zonas que gestionan técnicas agrícolas ancestrales, declaradas desde 1987 por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, se ha hecho cada vez más evidente. Sin embargo, han pasado más de 30 años en que la modernidad, la modernización y la industrialización, lograron de manera significativa su reducción y un deterioro en el propio hábitat.
Hablamos de las chinampas, de las que hoy en día sólo sobreviven en la zona de Xochimilco y Tláhuac, y son las últimas en el mundo.
Un método histórico y ecológico
Las chinampas son un milenario método de cultivo sobre balsas hechas de materiales naturales que tienen como fin cultivar plantas, verduras y hortalizas sobre lagos y lagunas para el consumo local. Su impacto en cuanto a la productividad es de alto valor ecológico ya que, a través de sus métodos empleados, permiten que se conserven las áreas donde se cultiva, lo que a su vez impacta en el clima y en la calidad del aire de la Ciudad de México.
Al ver la importancia que tienen estos métodos de producción, el deterioro de las zonas productoras, la sobreproducción de alimentos procesados, la desinformación y el abandono de las propias chinampas, nace Arca Tierra como lugar de encuentro para agricultores y personas que viven en la ciudad, pero que se interesan por tener una alimentación saludable y a la vez apoyar al campo.
Su principal objetivo es sanar la tierra aplicando los principios de la agricultura regenerativa. Es el esfuerzo conformado por expertos apasionados por la agricultura, la alimentación, la naturaleza, el impacto social y la gastronomía; todo esto liderado por el equipo de Lucio Usobiaga.
Alimentar de forma natural
Lucio, comenzó a trabajar en la agricultura campesina descubriendo el potencial para alimentar de forma natural, generando el comercio justo, regenerando la tierra y, por supuesto, creando más empleos. Para él, quienes cultivan son las personas más importantes en la sociedad actual.
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“Cuidan el entorno, nos alimentan y nos conectan con la naturaleza. En gran medida, nuestra salud y la salud del suelo dependen de ellos. Ahora necesitamos más que nunca agricultoras y agricultores orgánicos para conservar nuestras variedades, lograr la seguridad alimentaria y ayudar a revertir el cambio climático”, comenta Lucio.
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A partir de ésta y otras necesidades, nace el Centro de Formación Escuela Campesina, que tiene como fin formar en agroecología, en menos de un año, a campesinos originarios de comunidades indígenas y migrantes que ayuden a aportar una visión colaborativa y que les permita hacer del sector primario un negocio sustentable.
Otros de sus objetivos son la recuperación de las chinampas abandonadas (por parte de los egresados), así como los recursos hídricos y sanear los suelos mediante biorremediación; asimismo, busca el enfoque del sector primario con formación educativa de alta especialización agroecológica. Además, está el establecimiento de redes colaborativas nacionales e internacionales para intercambiar conocimiento, e implementar modelos de negocios sostenibles para pequeños productores. Y también incluye la sostenibilidad y viabilidad como modelo de negocio de esta zona.
Esta escuela será posible gracias a las alianzas de diferentes sectores como: Arca Tierra, Instituto de Biología de la UNAM, El Buen Socio, CLAC, NUUP, Value for Woman, y claro, a través de donaciones.
Actividades de apoyo al proyecto
Para esto último, Arca Tierra ha creado una serie de actividades para recaudar fondos para la primera generación de esta escuela. Una de ellas fue la Cena por las Chinampas, donde se reunieron, en el ex Convento de San Hipólito, grandes personalidades del mundo gastronómico como Gabriela Cámara, Eduardo García, Enrique Olvera, Elena Reygadas y Jair Téllez, quienes crearon un exquisito menú de platillos especiales con productos de las chinampas, cuyas ganancias fueron donadas en su totalidad al Centro de Formación Escuela Campesina.
Tú puedes seguir apoyando mediante la suscripción a las canastas agroecológicas Arca Tierra, asistiendo a los diferentes eventos y experiencias que realizan constantemente donde, además de gozarlas, ayudarás a los campesinos involucrados.
También puedes contribuir de manera directa con donativos en iaxmx.org o participando en la campaña de donadora.com
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