En México encontramos muchas variedades de quesos según la región que visitemos, todos deliciosos y sencillos de maridar.
Los quesos tradicionales poseen la identidad de cada zona, muchos hechos por pequeños productores que utilizan técnicas artesanales. Los estados de producción ganadera son también quienes elaboran queso, unos ya de manera más industrializada y otros siguen haciendo pequeñas manufacturas artesanales. Entre las principales zonas queseras del país se encuentran Michoacán, Oaxaca, Jalisco, Chiapas, Querétaro, Veracruz, Tabasco, Chihuahua, Nuevo León, Zacatecas, Guanajuato, Morelos y Puebla.
Los quesos se dividen según la frescura o el añejamiento. La mayoría de los que son mexicanos, son frescos. Sin embargo, uno de los más conocidos se elabora en la región de Cotija de la Paz, en Michoacán.
El queso ranchero se usa en casi todos los antojitos populares como esquites, elotes, tostadas, sopes y tlacoyos; es económico y de sabor suave. El queso panela es popular por su bajo contenido de grasa, así que se consume en ensaladas, en platillos como chiles rellenos o incluso como postre acompañado con ate.
El quesillo de Oaxaca, tiene como característica sus hebras y se gratina con facilidad; preparar cazuelitas de barro con queso Oaxaca acompañado de chorizo o en tostadas con chapulines y tequila, es todo un manjar.
Querétaro es una zona industrial en la que están brotando diversas empresas que se dedican a los productos de consumo humano; como la crianza de cerdo o avestruz. Por ejemplo, Rancho Nolasco imita los procesos de los quesos franceses, industrializados a baja escala.
A la Ciudad de México llegan casi todas las variedades de quesos que se producen en la república: podemos encontrar el de canasto, el de Chiapas, los tipo manchego, de cabra, de borrega, entre mucha variedad. Hacia el norte, los menonitas; en Sonora, el asadero.
En el Valle de Guadalupe, además de producirlos en ranchos, tienen bodegas donde se añejan y van de la mano con el vino. El maridaje de vinos con quesos, tiene que ver con el añejamiento; se recomienda experimentar con las bebidas regionales, por ejemplo, Ramoneti con vino del Valle de Guadalupe, para poder saborear el terruño en su característica más auténtica.
Como ven podemos seguir hablando de quesos y maridajes, pero nunca acabaríamos, así que como siempre les recuerdo, en la vida y en la cocina… menos es más.
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