“La tradición dice que cuando se encuentra un tesoro, su riqueza pertenecerá al mejor postor; a quien decida ver en lugares donde nadie haya visto y haga las hazañas más arriesgadas. Esto es lo que la Riviera Nayarita promete al ser descubierta entre las aguas azules y limpias del Océano Pacífico.”
La Riviera Nayarita no es para cualquiera. Vacacionar en los 150 kilómetros de costa comprendida entre el Puerto de San Blas y el río Ameca, en la Bahía de Banderas, requiere de valor para olvidarse de los teléfonos celulares, las tablets y las redes sociales; así como de la fuerza de voluntad para permitirse ser una combinación de vulnerabilidad espiritual y constancia para disfrutar tanto el lujo y el confort como la adrenalina que genera estar cara a cara con la naturaleza.
Vivir el paraíso todo el año
No importa en qué fecha se tomen las vacaciones, en la Riviera Nayarita el paraíso dura todo el año. Ya sea que decidas tomar las vacaciones en verano u otoño, para disfrutar de las aguas templadas y bucear en las mejores condiciones, mientras que por las noches disfrutes de las mejores vistas de octubre, o que te esperes a vivir en el invierno o primavera la inolvidable experiencia de observar a las ballenas jorobadas que se pasean a través de la Bahía de Banderas durante su proceso de migración por el Pacífico. O de los delfines y tortugas que llegan a la bahía en sus respectivas temporadas de apareamiento. No olvides pedir apoyo de las diferentes organizaciones ecologistas con las que cuenta el lugar para su preservación y protección, aprenderás mucho y regresarás inmerso de la moda verde que tanto está en boga.
La Riviera Nayarita ofrece sin duda un crisol de lugares por visitar. Todo depende del plan vacacional que elijas -familiar o de aventura, disfrutarás totalmente de ambos, sin el bullicio de otras playas ni lo escueto de las destinos turísticos que se concentran en la experiencia con la naturaleza; ya que puedes tener la comodidad de un hotel de lujo, la tranquilidad de las playas exclusivas y dar paseos por sus lugares coloniales que logran embargar por su riqueza histórica y sus arraigadas tradiciones.
Caminar por la senda cultural
El turismo cultural que ofrece la Riviera Nayarita comprende, además de su gastronomía y sus construcciones coloniales, el folclor de las artesanías hechas por los pueblos indígenas, las cuales sintetizan más de cinco siglos de historia en las costas de Nayarit y Jalisco.
Se dice por ejemplo, que la Bahía de Banderas obtuvo su nombre cuando en 1525 Francisco Cortés, sobrino de Hernán Cortés, llegó a la región a combatir las insurrecciones de las poblaciones indígenas en contra de la conquista. Una de las características de los guerreros prehispánicos era la de cargar arcos y lanzas con banderas de algodón teñido de diferentes colores y diseños, lo cual inspiró a los españoles a llamarle Valle de Banderas.
Aunque el reino indígena de Huey Tlahtenozgo luchó por alrededor de 10 años, fueron Niño de Beltrán Guzmán y Pedro de Alvarado quienes consiguieron conquistar a los 20,000 habitantes que concentraban los 80 pueblos en la región. Con el paso del tiempo, el cultivo de tabaco comenzó a ser parte de las actividades económicas de la Bahía y poco a poco la misma se volvió uno de los puertos más usados, hasta lograr que la región se volviera un pueblo pesquero y agricultor en potencia de coco y plátano, entre otros productos.
La producción artesanal, como parte de este legado histórico, ha jugado un papel importante en la región, la mezcla de colores, el uso de diversos materiales naturales y la autenticidad de los mismos han dado pie a la creación de diversas piezas consideradas de lujo tanto nacional como internacionalmente.
Además, no se puede dejar de mencionar un precedente importante para el crecimiento turístico: se dice que el director de cine John Houston, quien pensó que la bahía era sorprendente, decidió filmar en el pueblo de Mismaloya la película La Noche de la Iguana, en la cual aparecían estrellas de Hollywood de la talla de Ava Gardner, Debora Kerr, Sue Lyon y Elizabeth Taylor. Fue el romance de Elizabeth Taylor con el actor Richard Burton el que ayudo a publicitar más la bahía, al vivir en ésta su romance. Se cuenta que Burton compró la “Casa Kimberly” para estar junto a Taylor y construyó un puente que a la fecha puede verse en el área de Gringo Gulch, ubicado en el centro del pueblo.
Bahía de Banderas es sin lugar a dudas un destino cultural que oferta las tradiciones mexicanas pero que además abraza la fusión de otras expresiones internacionales, en especial en el área gastronómica, ya que se pueden encontrar establecimientos culinarios de comida italiana, francesa, alemana, cubana, china, japonesa y la estrella fuerte: la variedad de mariscos con las recetas locales de los 15 poblados rurales que se encuentran a lo largo de la costa y la zona del Valle.
Las joyas turísticas a explorar
La Riviera Nayarita comprende diversas áreas dignas de ser recorridas. Cada una de ellas tiene su personalidad propia y ofrece variedad de particularidades que no se encuentran en ningún otro lugar.
Nuevo Vallarta, por ejemplo, es el primer pueblo que va hacia el norte del río Ameca y sirve de frontera política entre el Estado de Jalisco y Nayarit. Cuenta con una de las más grandes playas y puede recorrerse en caminatas nocturnas o trotando con la brisa matutina si gustas de ejercer algún deporte. Se pueden visitar los dos delfinarios con los que cuenta, así como el parque acuático local. Su mayor característica es la existencia de campos de golf de clase mundial, los espacios para veleros y yates de lujo y el atractivo centro comercial para un día de compras. Nuevo Vallarta es uno de los centros turísticos en donde florecen las inversiones nacionales y extranjeras.
Flamingos, por su parte, se encuentra a la altura de los mejores centros vacacionales a nivel internacional. Cuenta con el famoso campo de Golf Flamingos, diseñado por el inglés Percy Clifford en 1978, el cual tiene a la vista uno de los cocodrilarios de mayor tradición en América Latina. Visitarlo es una de las experiencias más emocionantes, pues no puedes dejar de pensar en la ligera barrera que separa la vida silvestre de la contemporánea.
Bucerias es uno de los más folclóricos lugares de la Riviera. Su tradición comprende desde leyendas que se han transmitido de boca en boca, hasta el festival a la orilla del mar a mediados del mes de enero, cuando se llevan a cabo las bendiciones para los pescadores que participan y se realizan diferentes actividades culturales. Su plaza principal está a unos pasos de la playa y cuenta con diversos restaurantes de mariscos y clubes nocturnos que permiten a los turistas relajarse y bailar. Sus habitantes son amistosos y siempre tienen una historia que contar.
Punta de Mita. Su pasado histórico como destino para el peregrinaje anual de primavera de la comunidad huichol le ha permitido tener una riqueza cultural y turística única. A nivel nacional se le reconoce su labor en el cuidado y atención al medio ambiente, y el lujo que le da tener el hotel Four Seasons Resort Punta Mita, que contrasta con su cercanía del pueblo Anclote, lo que le agrega un toque de calidez combinado con el gusto rústico de algunos turistas.
Las Islas Marietas cuentan con gran atractivo ecoturístico. Se les considera un santuario ecológico porque albergan a diferentes especies en peligro de extinción y por sus maravillosos arrecifes que permiten snorkelear y bucear. También es un buen lugar para la pesca por su pequeña ensenada a la que se puede acceder durante su marea baja.
Sayulita, es de los centros turísticos más populares, es un excelente lugar para surfear, se podría decir que es un pequeño pueblo americano en una playa mexicana. Cuenta con una gran variedad de restaurantes, cocinas gourmet, boutiques, bares, etc. Muchos de ellos a la orilla del mar. En este destino turístico confluyen villas de lujo y lugares específicos para acampar.
San Francisco es conocido como el pueblo de San Pancho. La oportunidad de montar a caballo, las caminatas, el buceo, escalar las montañas, entre otras cosas son características especiales de este lugar, que sin duda, tiene el carisma de la Riviera Nayarita. Su afluencia de turismo extranjero ha logrado que en los últimos años la inversión crezca y con ello la gama de hoteles resorts.
Rincón de Guayabitos y San Blas son descritos como la Perla Escondida entre las playas de Nayarit. Ambos ofrecen las comodidades de la vida moderna con un ambiente que invita a relajarse entre la naturaleza con la diversión del buceo y la pesca. Se puede viajar por el río de La Tovara, donde se podrán apreciar increíbles aves y cocodrilos.
No podemos dejar de mencionar a Mexcaltitlán, una pequeña isla de manglares y bajíos que tiene la reputación de ser Aztlán, el lugar que vio nacer a la civilización azteca. De ser cierto esto, tenemos ante nosotros la oportunidad de sabernos en el epicentro de toda nuestra historia.
Sumergirse entre la arena y el mar. Viajar a la Riviera Nayarita es muy fácil. Está ubicada a 10 minutos del Aeropuerto internacional de Puerto Vallarta. Para sumergirte en los encantos de este tesoro sólo se necesita definir por donde empezar, pues el lujo, la calidad y variedad de la Riviera no para. El único problema al que te enfrentarás es decidir qué hacer y visitar primero.
La mayoría de los turistas deciden rentar un automóvil para poder disfrutar sin restricciones del lugar. Existen diversas agencias que te ayudarán a elegir el auto que más se adecue a tus necesidades específicas.
Es en este paradisiaco lugar donde se encuentra el Four Seasons Resort, ahí podrás disfrutar de cenas frente al mar, una amplia variedad de tratamientos de relajación, renovación y recarga de energía, que te ayudarán a olvidarte del estrés y regresar de las vacaciones con un aire de total renovación.
En cuanto a la reputación gastronómica de la Riviera, no dejes de visitar el Gourmet Experience Riviera Nayarit. Su gran variedad de pescados, mariscos, frutas y verduras permite que el tour gastronómico pensado en un menú inicial de 6 tiempos sea maridado con los mejores vinos de las bodegas de Casa Madero.
Este recorrido es una gran opción, especialmente para las fiestas navideñas, en donde se podrá elegir de entre los mejores restaurantes de la zona: La Casona, ubicado en el hotel Villa La Estancia, el Nicksan, perteneciente al Marival Residences y el Lucca, situado en el hotel Grand Velas. Se dice que hay que reservar con anticipación pues la fama de los restaurantes es reconocida a nivel internacional.
Si lo que necesitas es salir a conocer el lugar antes o después de sumergirte entre sus hermosas playas, existe la opción del Paradise Plaza, este moderno centro comercial cuenta con diversas tiendas donde se vende arte, artesanías, artículos de piel exclusivos y diversos establecimientos de moda para toda la familia.
O el Sea Life Park, donde se puede disfrutar de los diversos toboganes, conocer el pequeño zoológico con el que cuenta, hacer nado con delfines o ser su “entrenador” por un día. La experiencia es única y la calidad del servicio excelente.
Sin embargo, la mayoría de los hoteles de lujo con los que cuenta el lugar ofrece a los visitantes una serie de paquetes que incluyen las más populares actividades turísticas de la Riviera: servicios para visitar los campos de golf más exclusivos, bucear, surfear, practicar voleibol playero, aeróbicos acuáticos con los mejores instructores, windsurf, veleo, motos acuáticas para pasear por las playas privadas del lugar, la experiencia del kayak en el mar, el snorqueleo, entre otras. No se necesita trasladar de un lugar a otro, todo se puede conseguir en un solo lugar.
La Riviera Nayarita en su conjunto es una celebración del patrimonio mexicano que se combina con sus distinguidos servicios de primera clase y la extraordinaria hospitalidad que la hacen única en su tipo.
Ya sea de día, de noche, en otoño o primavera, la Riviera Nayarita es sin lugar a dudas el destino de moda y el más recomendado por quienes gustan de tener todo al instante y en un solo lugar; es un refugio exclusivo de arena blanca, mar cristalino y montañas majestuosas que te cautivarán.
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