Este destilado de origen rústico, se popularizó entre conquistas y revoluciones, siempre como un signo de rebeldía. Te contamos sobre su forma de elaboración.
Como tantas otras cosas en el mundo, el origen del ron es incierto. Antiguos relatos hablan de los vinos de azúcar que se consumían en China, India y todo el sudeste asiático, mientras que en el Medio Oriente y el norte de África existen evidencias que prueban que la caña de azúcar era un cultivo común. Lo cierto es que los musulmanes que dominaron la península ibérica durante casi 800 años la llevaron a Andalucía y a las islas Canarias.
La sorpresa que tuvieron los españoles cuando llegaron en 1492 fue que, en sus nuevas tierras, tenían grandes plantíos de caña, tan codiciada por todos los europeos.
Cuando Cristóbal Colón navegó a América, en uno de sus viajes trajo caña para su cultivo. Mientras que España monopolizó el comercio de azúcar en Europa a través de sus plantaciones en Cuba, México, Colombia y Puerto Rico, los esclavos notaron que, al fermentarse la melaza y destilar el resultado, se obtenía un licor fuerte, dulce y libre de las regulaciones de sus patrones.
Clasificar al ron resulta complejo por la amplitud de las regiones en que se produce. Tres idiomas, muchos kilómetros de mar y tierra, así como una multitud de fronteras, separan a los países que elaboran ron de diversas formas. Sin embargo, resulta útil hacer una gran diferenciación entre estos según su estilo de producción: británico, francés o hispano. A continuación explicamos sus características.
El estilo británico
Fue en Barbados donde se destiló el primer ron del que se tiene registro durante la dominación inglesa de la isla; probablemente era un líquido áspero del que los piratas y corsarios británicos eran aficionados. Su popularidad creció a través de las colonias británicas como Jamaica y Nueva Inglaterra. Para el siglo XVII eran numerosas las destilerías de ron en Boston y Nueva York, siendo el licor más consumido por los nacientes Estados Unidos.
Los rones de origen británico suelen ser producidos a partir de melaza, añejados en sistema de solera y se utilizan barricas en los de mayor calidad. Son rones oscuros y potentes, dulzones y especiados a los que se suele añadir caramelo, azúcar y especias. Actualmente Barbados, Belice, Bermuda y Guyana son los principales proveedores de ron de este tipo. La destilería más antigua en funcionamiento es Mount Gay Distillery, en Barbados, desde 1703.
El estilo francés
Los franceses, con mayor afición a las bebidas de alta graduación alcohólica que los españoles, también aprovecharon los cultivos de caña de sus colonias para producir ron. Durante su control sobre Haití, el ron fue el principal activo de los franceses hasta finales del s. XIX, cuando un colapso en los precios del azúcar los hizo buscar un nueva forma de producir ron.
El ron agrícola de influencia francesa se elabora a partir del jugo de la caña de azúcar, a diferencia del de melaza. Son rones ligeros que destacan por su paleta aromática que proviene de la caña de azúcar, son secos y potentes, además se regulan por una Denominación de Origen que restringe el uso de caramelo y cualquier tipo de aditivo. Guadalupe, Haití y Martinica producen los típicos rones de este origen, mismos que, debido a su producción y sobre todo a su crianza estática, acostumbran a ser más costosos que los rones de melaza.
El estilo hispano
Mientras que el vino siempre fue la bebida predilecta de las clases altas españolas en América, el ron tomó fuerza entre las distintas clases menores de sus colonias. Con el tiempo, grandes comerciantes catalanes como los Bacardí, los Barceló y los Brugal, acompañados de empresarios caribeños, establecieron sus propias destilerías en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
Este ron suele elaborarse a partir de la melaza de la caña de azúcar y se somete a los sistemas de crianza y de soleras. Cuba es conocida como la cuna de los rones ligeros, por lo tanto, son de secos a dulzones, pues se les añade caramelo y azúcar. El Caribe y Centroamérica son sus zonas de producción en general, mientras que Cuba, Puerto Rico, México, Colombia, Venezuela y España, son los principales exportadores de este estilo.
Acostumbran mostrar un número en la etiqueta que en algunas destilerías representa el ron más viejo de la mezcla, en otros, la edad de la solera en la que fue añejado, en otros más, es simplemente un número que se utiliza como mercadotecnia. Estos dígitos no siempre representan la edad real que tiene.
El ron se ha convertido en uno de nuestros destilados favoritos por su versatilidad y dinamismo. Sus sabores tropicales y refrescantes tienen un poder especial para transportar a quien lo disfruta a un paraíso lleno de historia, pasión y emociones intensas como es el Caribe.
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