El correcto servicio de una botella permite sacar lo mejor de ésta, sobre todo si se trata de la etiqueta que acompañará una gran velada: en una cena especial el vino debe ser impecable.
Existen distintas recomendaciones y reglas de servicio que nos permiten lograr lo anterior. Un servicio cuidadoso está conformado por una serie de detalles que suman de forma positiva a la experiencia de nuestros invitados en la mesa.
Estas son algunas recomendaciones que, sin duda, hay que tomar en cuenta:
Temperatura
Cada vino requiere servirse a una temperatura óptima que nos permita apreciar todos sus aromas y matices. Si la temperatura es demasiado baja, no se desarrollarán los aromas de forma correcta debido a que las papilas gustativas se adormecerán por efecto del frío.
Por el contrario, cuando un vino está por encima de su temperatura ideal, el sabor alcohólico se potenciará y la percepción de los azúcares se verá afectada. Por regla general, los vinos tintos se sirven, dependiendo de sus características, entre 16 y 19 °C, pero es importante seguir las recomendaciones de su ficha técnica.
Descorche
Aunque hay distintos instrumentos para descorchar una botella, el mejor es aquel formado por un corta cápsulas y un sistema de palancas en dos tiempos. Algunas recomendaciones de descorche son:
- No manipular demasiado la botella para evitar que la temperatura suba y los sedimentos se mezclen en el vino.
- Nunca se debe atravesar el cocho por completo, de lo contrario algunas partículas podrían caer en el vino.
Decantación y oxigenación
La mayoría de los vinos tintos pueden servirse directo de la botella; sin embargo, aquellos que han pasado bastante tiempo de crianza o envejecimiento en la misma necesitan ser decantados para mejorar su percepción.
Por otra parte, con la decantación se eliminan los posos precipitados en la botella, además, la oxigenación ayuda a que los aromas se volatilicen y el vino se exprese de mejor manera. Lo anterior da como resultado vinos más vivos, suaves y redondos.
Se recomienda decantar y oxigenar el vino una o dos horas antes de servirlo.
Servicio y cantidad
El vino debe servirse lentamente en el centro de la copa, utilizando un corta gotas que evite los derrames y el goteo en la mesa o en los invitados. Es importante usar copas de cristal especiales para vino tinto y servir en ellas entre 150 y 180 ml de vino, es decir, una tercera parte de la copa para que pueda oxigenar de manera adecuada.
Primero se deben servir los vinos jóvenes antes que las reservas especiales, los vinos de menor cuerpo antes que los más complejos, y los vinos secos antes que los dulces. Por último, las mejores etiquetas deben servirse al final para cerrar la cena con broche de oro, de esta forma la sorpresa de los invitados irá en aumento.
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