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Vino francés, el compañero ideal

La gastronomía de Francia es considerada una de las más importantes del mundo. Se caracteriza por su variedad y por ser el reflejo de su cultura y refinamiento. A través del tiempo, con la presencia destacada de sus chefs, ha logrado una reputación internacional y aplicó para ser incluida en la lista de Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Cada región posee una cocina particular en donde destacan diversos elementos:

  • La cocina del noroeste utiliza la mantequilla, la crème fraîche y la manzana.
  • La cocina del suroeste utiliza el aceite, el foie gras, las setas y el armañac.
  • La cocina del sureste está caracterizada por influencias italianas y se sirve de la aceituna, las finas hierbas y el tomate.
  • La cocina del norte está caracterizada por influencias belgas y se sirve de la patata, de la carne de cerdo, de judías y de la cerveza.
  • La cocina del este, caracterizada por influencias alemanas, se sirve del tocino, las salchichas, la cerveza y el sauerkraut.

La gastronomía francesa ha sabido reinventarse a lo largo de la historia incluyendo nuevas tendencias e ingredientes, y otorgando al mundo una herencia exquisita. Aunque el desayuno tiene un papel importante que siempre incluirá el pan (una de las especialidades francesas), es en el almuerzo y en la cena en donde encuentra sus experiencias más destacadas.

Salvo en algunas zonas del norte y del este del país, la cerveza forma parte de su cultura. Lo habitual es que las comidas se acompañen de vino, cuyo color varía según los platos servidos. En la región de Champaña, es tradicional servir champagne durante toda la comida.

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Apéritif

Es habitual dar la bienvenida con alguna bebida alcohólica: vinos dulces como el Oporto, mistelas como el Pineau des Charentes, bebidas alcoholizadas a base de hierbas, o cocteles como el kir (vino blanco y licor de arándano o grosella). Se acompaña de algo de comida (por lo general fría) como canapés, encurtidos, charcutería, frutos secos, aceitunas, etcétera.

Entrée o hors d’oeuvre

El primer plato suele ser más ligero que en otras gastronomías, más próximo a los antipasti italianos, ensaladas, sopas

Plat principal o plat de résistance

Se sirve la carne o el pescado en sus distintas preparaciones y desde luego, es con este tiempo en donde el vino tiene un gran protagonismo.

Fromage

Entre el plato principal y los postres es costumbre servir una selección de quesos para degustar que siempre hacen una exquisita sintonía con el vino.

Dessert

El postre puede ir desde simple fruta o yogur a cualquier tipo de dulce más elaborado.

Lo habitual es concluir la comida con un café solo y con una pequeña copa de licor (digestif), como el Armañac, el Coñac, algún vino de postre como el Sauternes o diversos aguardientes de fruta, para ayudar a bajar la comida

Anteriormente se había mencionado que el maridaje ideal es aquel en el cual se busca una sintonía gustativa con la gastronomía y los vinos del mismo origen. En este sentido, y retomado que la cocina francesa está considerada como una de las más importantes del mundo y, evidentemente en materia de enología sucede lo mismo, dentro de la gran variedad de vinos franceses y sus correspondientes Denominaciones de Origen (AOC) podemos encontrar el vino adecuado para cada platillo, cada paladar – reconociendo que éste es subjetivo-, para cada sintonía e incluso, para cada bolsillo.

Particularmente sugiero los vinos de Bordeaux, zona vitivinícola con 118 900 has. plantadas, es el mayor viñedo con DOC de Francia, son 60 denominaciones y 6 familias, por lo que estoy segura de que encontrará, estimado lector, el vino que hará de su comida o cena, una experiencia inolvidable.