CADA VEZ ESTAMOS MÁS CONSCIENTES DE LO IMPORTANTE QUE ES VIVIR EN EQUILIBRIO: CON NOSOTROS MISMOS, CON LA COMUNIDAD, PERO TAMBIÉN CON EL PLANETA Y CON TODO LO QUE NOS RODEA.
Considero que un buen comienzo para tratar de alcanzar el equilibrio es ver la vida sin prejuicios. Si pensamos que los vegetarianos son “raros”, que los vinos chilenos que llegan a México no son los mejores, o que el café es más sabroso que el té, en realidad estamos obstaculizando ese equilibrio del que hablamos.
“Y aunque en la mesa donde me senté ninguno de nosotros éramos vegetarianos, todos comentamos acerca del buen gusto que fue haber probado un menú vegetal”
Hace unos meses fui invitada al 10° aniversario de Tequila Casa Dragones, donde verdaderamente “tiraron la casa por la ventana”. Fue un festejo fuera de serie y la sorpresa para todos los invitados (que éramos muy diversos y de distintas nacionalidades), consistió en un menú servido por cuatro chefs internacionales, elaborado totalmente de vegetales. La evolución de sabores entre plato y plato era de una sofisticación sublime. Me quedé picada, no con hambre, pero sí con ganas de seguir degustando la delicadeza de una comida tan elegante y bien pensada. Y aunque en la mesa donde me senté ninguno de nosotros éramos vegetarianos, todos comentamos acerca del buen gusto que fue haber probado un menú vegetal en una celebración que había generado mucha expectativa y de tal importancia para la marca, en donde decidieron arriesgarse y fue un total acierto.
Fue ahí que pude darme cuenta que la comida vegetal viene a darnos equilibrio, en donde las creencias y los prejuicios indican que los platos de celebración deben contener proteína animal de primera calidad para demostrar un nivel alto.
“Abrirnos a nuevas experiencias y dar oportunidad de conocer”
Lo mismo pasa cuando somos poco conocedores con respecto a la creencia de que los vinos chilenos que llegan a México no son de la mejor calidad, y que sólo nos mandan los que son hechos a alta escala para un mercado poco sofisticado en el entendimiento del mundo del vino. Nos falta conocimiento y cultura, pero es parte de la búsqueda para lograr el equilibrio. Abrirnos a nuevas experiencias y dar oportunidad de conocer, probar y tratar de entender cada ingrediente, cada bebida y cada sabor.
Por otra parte, la cultura occidental es más afecta al café que al té. Y es que el encanto del primero es insuperable: el olor, el sabor y el apapacho que apoya al alma, es lo que nos da un levantón que le adjudicamos a la cafeína. Pero si de equilibrio hablamos, el mundo del té es tan vasto como interesante; al igual que el café, depende del método que usemos para prepararlo, si es una mezcla o sólo una variedad, si lo endulzamos o no. En fin, nos damos cuenta que la diversidad es equilibrio y sofisticación.
Por eso recuerden que en la vida y en la cocina… menos es más.
*Chef consultora y autora de libros. Socia del restaurante Roca y chef propietaria del restaurante Cascabel.
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